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Buque metanero con gas natural en el puerto de Ferrol. R. C.
Europa aplicará su propio tope ibérico cuando el gas se descontrole

Europa aplicará su propio tope ibérico cuando el gas se descontrole

La Comisión se fija en el mecanismo español y portugués para proponer un límite al precio en el caso de que se dispare en medio de un nuevo alza de costes por la llegada del frío

Miércoles, 16 de noviembre 2022, 13:02

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La Unión Europea aplicará un mecanismo para limitar el precio del gas, similar al que cuentan España y Portugal desde junio, aunque con algunos matices con los que Bruselas intenta amortiguar la subida del coste de esta materia prima sin perjudicar a los Estados del centro y este, más dependientes de Rusia. La propuesta de la Comisión establece un mecanismo de corrección del mercado del gas que se activará para capar los precios si estos alcanzan unos niveles máximos que deberán estar fijados de antemano a fin de tener un efecto «inmediato».

El documento con el que trabaja Bruselas, cuyo primer borrador ha sido remitido a los socios europeos, determina que el mecanismo establecerá un tope con un mes de antelación a los productos del mercado de futuros holandés TTF (el que se utiliza como referencia para fijar el precio diario del gas) en toda la UE. Este tope se activará si la base del precio neerlandés alcanza un nivel máximo predefinido que se fijará por adelantado y si la subida de precios no se corresponde con un incremento similar en el mercado mundial.

La propuesta llega en medio de otra escalada de los precios del gas natural como la que se viene registrando en la última semana. Este miércoles, el TTF holandés se encuentra en el entorno de los 125 euros/Mwh, una referencia hasta un 20% superior a la que marcaba hace siete días, cuandó llegó a desplomarse a los 100 euros/Mwh. El precio, aunque ha subido, está aún muy lejos del récord alcanzado en agosto, cuando repuntó por encima de los 300 euros/Mwh, lo que provocó un nuevo impulso al precio de las facturas de la luz.

Este último repunte del gas se explica fundamentalmente por la bajada de las temperaturas en todo el continente europeo y, con ello, la necesidad de ir activando los sistemas de calefacción en buena parte de los países. Al aumentar la demanda, el precio del gas comienza a subir. Por ahora, el suministro está garantizado después de las compras masivas de gas que realizaron todos los Estados miembro en verano y que precisamente fueron las que provocaron los datos históricos de precios gasistas en el contexto de la guerra en Ucrania.

Ahora, el objetivo de Bruselas es «lograr un efecto inmediato» en el mercado aunque también plantea, como medida preventiva, la posibilidad de suspender el mecanismo si este provoca «graves perturbaciones» en el mercado. Además, el límite de precios se desactivará automáticamente si una revisión mensual muestra que ya no se dan las condiciones para su aplicación. Se prevé que la duración total de la medida sea de un año máximo, ya que esta debe ser de carácter temporal.

La propuesta responde a la demanda de países como España y Francia de tomar medidas urgentes para hacer frente a los altos precios de la energía pero su alcance no se conocerá hasta que no se concreten los precios máximos que activen el mecanismo. En este sentido, la Comisión reconoce que a menos que se fije en un nivel suficientemente alto, el límite máximo podría impedir la formación de una curva de futuros, afectando al funcionamiento de los mercados.

El mercado ibérico ha servido de espejo para el resto de países europeos, inicialmente rehacios a la aplicación de un tope como el de España y Portugal. Desde el 15 de junio se encuentra en vigor esta herramienta, que ha permitido evitar que los costes de la energía se hayan incrementado entre 2.000 y 3.000 millones de euros para para los consumidores españoles. El tope no implica una reducción de precios 'per se', pero sí limita posibles incrementos de los precios en el caso de que se produzcan. El ibérico se encuentra en marcha hasta el 31 de mayo de 2023.

Las líneas generales del mecanismo corrector en el que trabaja Bruselas ha sido trasladado este mismo miércoles a las capitales, que tienen ahora hasta el siguiente consejo de Energía de la UE, el próximo 24 de noviembre, para estudiarlo y tomar posición. El Ejecutivo comunitario se comprometió a presentar una propuesta legislativa pero se resiste a hacerlo hasta escuchar de nuevo a los Estados miembros.

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