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Restan tan solo dos semanas para acabar el año. Un corto periodo de tiempo para cerrar un 2023 que ha sido de nuevo complicado para el campo alicantino. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha asegurado que será el ejercicio anual más cálido de la historia, empatado con el 2022, y el menos lluvioso desde 1983.
Precisamente estos dos factores son los que más han afectado al sector agrícola, que concluye el ejercicio con mermas en la mayoría de sus cultivos, con algunos atrapados en situaciones extremadamente complejas. La sequía, el excesivo calor y la falta de agua han marcado el 2023 y han vuelto a poner entre la espada y la pared a las ramas primarias.
Así lo ha expuesto la Asociación de Jóvenes Agricultores de la Provincia de Alicante (Asaja) en su balance agrario. Un informe que han presentado la mañana de este miércoles en su sede de la ciudad alicantina y donde han participado su presidente, José Vicente Andreu, el vicepresidente primero y presidente de la DO Vinos de Alicante, José Juan Reus, el secretario técnico de la institución, Ramón Espinosa, y responsable sectorial ganadero, Juan Luis Gimeno.
«El año pasado fue el año de las guerras, la de Ucrania, la del fuego o la del agua, sin embargo, este 2023 ha sido el de la sequía», ha asegurado el presidente de la asociación agraria, quien ha destacado además «las inclemencias climáticas como las incesantes olas de calor, las fuertes granizadas o las lluvias torrenciales que han arruinado cultivos».
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Pocos cultivos crecen respecto al anterior año. El 2023 ha dejado «cosechas por debajo de la media de los últimos diez años«, ha asegurado el secretario técnico de Asaja. Espinosa ha mencionado el cereal y la cereza de la montaña de Alicante como dos de los más afectados, aunque hay más.
Por ejemplo, la Granada Mollar de Elche ha reducido su cosecha en un 35% por las olas de calor, que han quemado su piel, o las alcachofas de la Vega Baja, que presentan una merma para la campaña del 25%, con unas 6.000 toneladas menos que el anterior ejercicio. El arroz, la uva para vino o la uva de mesa son otros de los muchos que se han visto afectados por la sequía y la adversa climatología que ha azotado la provincia este año.
La sequía es más que notable en la provincia. La cuenca del Segura se encuentra al 19% de sus reservas. Es la cifra más baja de la década y lleva varios meses sin caer una sola gota de agua, lo que ha obligado a retrasar plantaciones de cosechas, como la de los cereales. Una situación calificada por Andreu como «crítica» que sume al sur de la provincia de Alicante, una de las zonas más importantes desde el punto de vista agrícola, «en una incertidumbre absoluta para los últimos años».
A ello se le suma el problema del agua. El presidente de Asaja ha asegurado que la provincia sufre también «una sequía política», refiriéndose al hachazo al trasvase Tajo-Segura que ha promovido el Ejecutivo de Sánchez. Andreu ha recordado que el 2023 arrancó con la aprobación «de un plan de caudales ecológicos sin justificación», de hecho, el también agricultor ha asegurado que «el Supremo sigue demandando, sin éxito, estos informes que justifican la decisión del Ministerio».
Los altos precios de los cereales y materias primas para el sector ganadero están complicando su supervivencia. El responsable de la sectorial asegura que la ganadería atraviesa «un desastre en estos dos últimos años» y avanza que los censos de animales van en picado, contrario a la cesta de la compra, que seguirá subiendo.
La decisión del trasvase Tajo-Segura traerá una reducción de agua de entre 70 y 110 hectómetros anuales, todo ello en una zona dependiente de estos recursos. Andreu expone que los efectos ya se hacen notar. Por ejemplo, cultivos que necesitan de esta agua, como el melón y la sandía, no pudieron abastecer a los supermercados en verano y otros como la alcachofa prevén una merma del 10% por la falta de agua.
«Si no hay certidumbre, los sectores que dependen del trasvase Tajo-Segura van a ir reduciendo su peso en el volumen de la producción agraria provincial», ha explicado durante su intervención el dirigente de la asociación, quien asegura que afectará a las capacidades de «las comunidades de regantes de la zona».
El problema de las inclemencias climáticas ha llevado a otro que preocupa, y mucho, al sector. La destrucción de cosechas por granizo o fuertes lluvias ha propiciado que Agroseguros suba su precio en un 15% para el próximo ejercicio, según estiman desde Asaja. Una cifra que puede alcanzar el 30% para cultivos muy perjudicados, como el cereal o la cereza.
En lo que va de año, el coste total de las primas contratadas en la provincia asciende a 18,8 millones de euros, de los cuales los agricultores pagan el 35%, un 5% más que lo contratado el pasado año a pesar de que la superficie asegurada cae respecto al 2022.
José Vicente Andreu
Presidente Asaja Alicante
La grave situación que atraviesan agricultores y ganaderos se incrementa debido a los problemas con granizo, vientos o demás, por lo que cada vez se reducen menos las coberturas y suben los precios. Ante esta situación son cada vez más los agricultores que optan por abandonar sus cultivos ante la falta de rentabilidad y la imposibilidad de asumir estos costes.
No se olvidan desde Asaja de la nueva PAC. La normativa «no apuesta por la mejora de la produtividad ni por mejorar las condiciones del campo alicantino», explica Andreu. El presidente de Asaja insiste en que los nuevos requisitos ambientales «van a dejar fuera a cientos de agricultores de la provincia», y carga contra el cuaderno digital, que «solo se impone aquí».
Andreu resalta que la Comunitat ostenta el récord de pérdidas a través de la PAC y lo enumera como otro de los motivos para el abandono agrícola. Tampoco ha obviado al Gobierno central. Desde Asaja han criticado que Moncloa está «más preocupada por cumplir las exigencias que impone Bruselas que por atender a los agricultores».
Andreu ha criticado, según insiste, la gran cantidad de normas sanitarias que se les impone a los productores locales, mientras que a los países terceros no . «Nos estamos jugando con esta absurda política el futuro alimentario y la soberanía europea», ha remarcado Andreu, quien asegura que de seguir así «Europa va a depender para su alimentación de los militares de Egipto o del Rey de Marruecos».
Desde Asaja piden «urgentemente» que Agroseguro «se adapte a las difíciles condiciones», ya que la Comunitat es el territorio donde más hectáreas se abandonan. A falta de datos oficiales en 2023, el pasado año una de cada tres hectáreas abandonadas se ubican en la Comunitat, habiendo alcanzado su récord histórico.
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Los altos costes de producción, sumado a las continuas prohibiciones desde Europa han condenado a los pequeños agricultores, por lo que desde Asaja no esperan que cambie mucho la tendencia de abandonos de tierras para este 2023.
Un 2023 que se acabará y los agricultores pueden respirar. No sin miedo. Miedo a lo que viene en el próximo año. De continuar con esta sequía, las consecuencias serán desastrosas y las cosechas no mejorarán, advierten. A ello hay que sumar la falta de agua procedente el trasvase. Aun así, desde Asaja lanzan un mensaje de esperanza para el sector. Andreu ha querido destacar «la fuerza y resiliencia de los agricultores» y ha asegurado que hay que seguir poniendo «en valor los productos de calidad de la provincia«.
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