Villena convierte la leyenda en costumbre

Entre el miércoles y el sábado han pasado por sus dos escenarios principales cerca de 40 bandas, muchas de ellas trufadas por verdaderas leyendas. Una de ellas la de Megadeth, que ejercía este año como cabeza de cartel en su única actuación en nuestro país este 2023. Dave Mustaine regaló al público su mejor y más amable versión; sin un atisbo del rudo carácter que ha convertido a este sexagenario pelirrojo en una de las personalidades más peculiares de la escena metalera.

El setlist estuvo enmarcado por el sonido del mejor y más icónico álbum de la banda, Rust In Peace (1990). Entre el diálogo de solos de 'Hangar 18', y la crítica al fanatismo religioso de 'Holy Wars', Mustaine y lo suyos protagonizaron un notorio momento de comunión con el público gracias a 'A tout le monde'. Fue el estribillo en francés de este melancólico tema el único valle en la alta intensidad que llevó a escena una de las cuatro grandes bandas del thrash metal mundial.

Siguiendo con la estela de leyendas rockeras, la atención de la primera jornada recayó sobre KK's Priest, la banda liderada por el guitarrista y miembro fundador de Judas Priest K.K. Downing. Su directo fue apabullante, con un estilo que recordó a los mejores trabajos del Sacerdote Judío. Prueba de ello es que cerca de la mitad de los temas interpretados fueron clásicos como 'Breaking the law', 'Metal Meltdown' o 'Victims of change'. Entre ellos también se coló 'The Ripper', que permitió al vocalista Tim Owens empezar a mostrar su destripadora voz. Escuchándole cantar, nadie se extraña que Judas Priest contara con él en los 90 para suplir la baja de Rob Halford.

Otras dos viejas glorias que pasaron por el festival coincidieron en la jornada de clausura, ambas bávaras. Michael Schenker anda de gira para conmemorar su medio siglo de carrera, y demostró este sábado en Villena porque está considerado uno de los mejores guitarristas de la historia del rock. Los momentos álgidos de su actuación no podían ser otros que las interpretaciones de 'Doctor Doctor' y 'Rock Bottom', los clásicos que compuso en las filas de UFO. El prolongado solo con el que el alemán cerró este segundo tema fue un momento para enmarcar.

El otro talludito alemán que centró los focos de la última noche fue Udo Dirkschneider, que a sus 71 primaveras aún mantiene el timbre de voz que lo hizo popular en Accept y U.D.O. El vocalista ha ensamblado una banda con jóvenes músicos para seguir interpretando los clásicos de toda su carrera; una estrategia similar a la de Paul Di'Anno, que actuó en la jornada inaugural.

Si bien el británico no conserva las facultades vocales de Dirkschneider, fue realmente especial volver a ver sobre los escenarios al primer cantante de Iron Maiden. Sobre una silla de ruedas, Di'Anno basó su repertorio íntegramente en los dos primeros álbumes de la Doncella de Hierro, donde no faltaron 'Remember tomorrow', 'Phantom of the Opera' y 'Killers'.

Más allá de las leyendas, también hubo espacio para la diversidad: desde el festivo y folkie estilo de Korpiklaani y Feuerschwanz; al thrash metal de Sepultura; el vigoroso power metal de Hammerfall y Dragonforce; o el metalcore de los galeses Bullet for my Valentine. Mención aparte merece la desgarradora voz de Alissa White-Gluz al frente de Arch Enemy. La suya fue la única presencia destacada de una fémina entre las actuaciones principales del festival; una nota de color en un género musical fuertemente masculinizado.

En el apartado patrio no faltaron nombres propios como los de Avalanch, Tierra Santa, WarCry o Angelus Apatrida; que reivindicaron el metal español ante la presencia de tanto alemán, escandinavo, británico y estadounidense.

De cara al año que viene, el festival ya prepara su XVII edición con un avance de bandas entre las que destaca Amon Amarth. El interés que despierta la cita villenera es tal, que en pocas horas se han agotado los primeros abonos a precios reducidos para 2024. Es la clara demostración que Villena ha convertido la leyenda del rock en una costumbre.