La tertulia 'Amigos de Nimes' honra la memoria de la torera Ángela Hernández

«Qué bonito es tener un sueño, luchar por él, y conseguirlo». Con esta frase que pronunció Ángela Hernández poco después de que una Ley de agosto de 1976 permitiera torear a las mujeres, concluyó este jueves, Beatriz Badorrey Martín, la conferencia en la que glosó la trayectoria de la torera alicantina que nació en agosto de 1946 en la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante, y falleció en Madrid en marzo de 2017. Ocurrió en el transcurso del segundo de los actos organizados por la Tertulia Taurina 'Amigos de Nimes', que preside José María Jericó, en sus VIII Jornadas Culturales Taurinas.

No solo la charla de la catedrática de Derecho de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) recordó a Ángela. También, la proyección de un vídeo con muchos momentos personales y profesionales de su trayectoria. Además, en uno de los espacios expositivos del Museo Taurino de Alicante, que dirige Paco Llorca, se pueden apreciar trajes de corto de Ángela, carteles en los que está anunciada, fotografías, vestidos de torear, unos botos, su particular capilla. En definitiva, parte del universo taurino de Ángela.

Gloria Ponce, amiga personal de la torera y muy vinculada a ella, se encargó de coordinar el contenido de la exposición en recuerdo «a una luchadora a contracorriente, que vivió siempre en torera y quien luchó, y consiguió a pesar de las múltiples trabas que tuvo que superar, que las mujeres tuvieran el mismo derecho a actuar en espectáculos taurinos que los hombres».

Badorrey, al comienzo de su intervención, expresó su pesar «por no haber podido escribir la biografía de Ángela». Lo argumentó al decir que «lo que no se ha contado, parece que no ha ocurrido». Después de este prólogo hizo un exhaustivo repaso, citando leyes y reglamentos, a diferentes artículos que prohibían torear a las mujeres. El primero de ellos, el Reglamento Nacional de febrero de 1917. Recordó el periodo de tiempo en el que Ángela «para poder torear» lo hizo como rejoneadora «aunque sin muchos recursos económicos, se vio obligada a dejarlo».

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