La joya termal romana oculta durante milenios en el subsuelo de La Alcudia
Tras ocho años de trabajo en esta zona del yacimiento, la Universidad de Alicante finaliza las excavaciones y prepara la musealización de este conjunto patrimonial
El ocio y el placer no es algo exclusivo del siglo XXI. De estos placeres, ligados a la socialización, ya disfrutaban las antiguas civilizaciones. Los romanos, en concreto, fueron líderes en ello. Así lo demuestra la ciencia actual al excavar en las entrañas del subsuelo. Es el caso de todo lo hallado, hasta ahora, en La Alcudia.
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Una de las joyas ocultas en el subsuelo de este yacimiento arqueológico ubicado en el término municipal de Elche son las Termas Orientales, en las cuales los investigadores han trabajado durante ocho años. Todo esto tiempo ha servido para excavar y desenterrar estos restos del pasado, datados del siglo II después de Cristo.
Los trabajos, desarrollados desde 2017 en el marco del proyecto Patrimonio Virtual-Astero, han permitido documental uno de los complejos termales más imponentes de la antigua romana 'Iulia Ilici Augusta', de gran relevancia en el sureste peninsular ubicada entre Carthago Nova (Cartagena) y Valentia (Valencia).
Este territorio contó con una doble fundación en la segunda mitad del siglo I a.C.; una decidida por Julio César y ejecutada tras su muerte, y otra en la época del emperador Augusto, que repartió tierras a soldados veteranos de las Guerras Cántabras.
Pese a que el yacimiento arqueológico cuenta con múltiples misterios por descubrir, los trabajos han cesado en esta parte del complejo patrimonial, en las Termas Orientales de La Alcudia. «Ahora comienza una nueva etapa, centrada en la publicación científica de los resultados y en la musealización del conjunto», ha avanzado el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante, Jaime Molina Vidal.
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La campaña de 2025 pone fin al ciclo de excavaciones financiado por la Universidad de Alicante y con apoyo económico del Ayuntamiento de Elche. El futuro del proyecto queda ahora en manos de nuevas autorizaciones administrativas y del compromiso institucional para su protección y puesta en valor.
Por el momento, se ha procedido a proteger los restos visibles mediante mallas antihierba y gravas de colores, permitiendo que el público pueda visitarlos libremente en superficie, a la espera de futuras cubiertas protectoras.
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Las Termas Orientales de La Alcudia
Durante los ocho años de excavaciones en La Alcudia, el equipo arqueólogos de la UA ha logrado descubrir uno de los «edificios públicos más importantes» de la antigua Hispania romana. Estas termas son unos de los mayores conjuntos hallados en el sureste español, donde también se han llevado a cabo otros importantes avances en el conocimiento del urbanismo y la ocupación pre-romana del enclave.
Sobre estas termas, el catedrático de la Universidad de Alicante destaca los descubrimientos hallados en las mismas, los cuales «muestran el esplendor de la ciudad en esa época» a través del gran lujo que desprenden los pavimentos con mosaicos y sus dimensiones extraordinarias.
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Las Termas Orientales de La Alcudia, construidas en un momento de auge económico y demográfico, cuentan con una extensión de 1.300 metros cuadrados. En ellas se reparten estancias frías ('frigidarium'), calientes ('caldarium'), sauna ('laconicum') y vestuarios ('apodyterium'). Entre sus principales tesoros destaca la presencia de dos impresionantes mosaicos: uno imitando placas de mármol y otro con ricos motivos vegetales de hojas de acanto, flores y roleos.
Durante los siglos III y IV d.C., las termas sufrieron un progresivo deterioro y abandono, probablemente vinculado a problemas socioeconómicos y al descenso poblacional. No obstante, en los siglos finales del Imperio Romano, se acometieron restauraciones parciales que redujeron su tamaño y funcionalidad, hasta su abandono definitivo entre los siglos V y VI d.C.
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Más hallazgos bajo tierra
Además del complejo termal, el equipo arqueológico ha excavado un importante tramo de calle de 55 metros de longitud, con su alcantarillado, accesos a edificios y pavimentación. Este hallazgo permite reconstruir parte de la red viaria de Ilici y rastrear su transformación desde época ibérica hasta la etapa visigoda.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes ha sido la detección, bajo los niveles romanos, de un barrio íbero datado en el siglo III a.C, lo que indica las extraordinarias dimensiones del establecimiento ibérico antes de la creación de la colonia romana.
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