Isaura Navarro: «O se pone freno a las aspiraciones de Madrid de dejar a Alicante sin agua o el problema será cada vez mayor»

Un cuidado que desde esta Conselleria insisten que en la Comunidad Valenciana es prioritario, pero que no es así en otras autonomías. «La Comunidad de Madrid no está haciendo los deberes, y eso nos perjudica a nosotros, sobre todo al sur de Alicante», explica la consellera. Una responsabilidad que también exige a la comunidad de Murcia a la que afea los regadíos ilegales, «Murcia tiene que hacer sus deberes».

Y es que, aunque Madrid queda muy lejos de la provincia, la realidad es que sobre la mesa está el aumento del caudal ecológico del Tajo, de los 6,3 hm3 por segundo actuales a los 8,6, que en principio se aprobarán el próximo 30 de noviembre. Un aumento que desde la Conselleria consideran que surge en parte de la reclamación de la capital del aumento del caudal.

Navarro es contundente: «Nosotros hacemos los deberes y cumplimos y hay que exigir a las otras administraciones que también los cumplan. Menos demagogia con el agua y más trabajo».

Así se expresa sobre esta propuesta de reducción del caudal que afectará al agua disponible para el riego. Y es que como explica la consellera «se nos reduce el caudal en parte por que hay instituciones que no están haciendo los deberes, y hay que exigirlo. Madrid ha pedido más caudal para su consumo, aunque significa que no llegue aquí el agua para el consumo». «O se pone freno a esas aspiraciones de Madrid de dejar a alicante sin agua o el problema será cada vez mayor», insiste.

Y es que, en una situación de cambio climático, donde los expertos coinciden en afirmar que la lluvia será cada vez más escasa en la cuenca mediterránea, de dónde vendrá en el futuro el agua que riega la huerta de Europa es una de las mayores preocupaciones de los agricultores de la Vega Baja y Murcia.

La Conselleria insiste en que van a defender la misma postura que en los últimos años, aquella que reclama que el caudal mínimo ecológico del Tajo se mantenga en 6,2 metros cúbicos por segundo en los meses de verano y que permita mantener los aportes del trasvase en las cifras actuales siempre que sea posible.

Pero también reclaman que hay que prever el futuro, «hay que seguir pidiendo el agua del trasvase, como hemos hecho siempre; pero siendo consciente de que vivimos en una situación de cambio climático, y en las que hay unas mayores temperaturas con evaporación de agua y menores caudales por la escasez de lluvias», explica Navarro. En la misma línea que incluye otras necesidades para hacer una mejor gestión del agua «tenemos que trabajar por el futuro reutilización de agua, modernización de regadíos y depuraciones».

Desde la Conselleria explican que el sector agrícola tiene que adaptarse a la situación de cambio climático. Una modernización que insisten que ya se está haciendo, por ejemplo invirtiendo en sistemas de regadío que permitan optimizar y reducir el consumo de agua.

Una apuesta por el consumo eficiente que Navarro reclama que no se hace desde todas las instituciones, «en Murcia no se está haciendo y en Andalucía tampoco. Sin embargo nosotros, la Comunidad Valenciana siempre hemos sido una referencia en cuanto a aprovechamiento de agua».

Aunque desde la Conselleria de Agricultura insisten en la revisión del Plan Nacional Hidrográfico han pedido que se mantenga la llegada de agua del Tajo al Segura, también aclaran que es necesario tiempo para poner en marcha más soluciones para disponer de agua que alimente el campo.

«Hay que trabajar con el uso del agua, proyectos que hablan de la recogida del agua en los tejados o sobre la mejor recogida del agua de la lluvia, como por ejemplo el parque de la Marjal de Alicante», explica Isaura Navarro.

Alternativas que desde el gobierno del Botànic llevan trabajando desde el año 2015, según explica la consellera, y que incluyen por ejemplo una mayor reutilización del agua. «El gobierno anterior del PP se dedicaba más a la propaganda y a fundaciones extrañas para engañar a la gente que a hacer su trabajo», reclama Navarro.

«De lo que se está hablando de cara al futuro es que hay que adaptar la agricultura a la cada vez mayor escasez de agua. La cuenca del Mediterráneo somos una zona delicada ante el aumento de las temperaturas y tenemos que encontrar la forma de adaptarnos y de no contribuir a ese cambio climático», concluye la consellera.