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La Costa Blanca en general y la ciudad de Benidorm en particular tienen asegurado el lleno técnico turístico, ese que se decreta cuando las reservas hoteleras confirmadas rebasan el 90% de la oferta total, para el puente de agosto. De hecho, según los datos ofrecidos por la patronal hotelera Hosbec, a falta de poco más de 48 horas para que arranque el mayor pico turístico de la campaña estival, la ciudad de los rascacielos ya ha vendido el 90% de sus camas mientras que la Costa Blanca se sitúa en el 90,1%.
Estas cifras, que confirman la completa recuperación de la principal industria de la región tras el largo y duro 'invierno pandémico' que ha durado más de tres años, se sustenta no sólo en el alto grado de fidelidad alcanzado por los principales destinos de la provincia, sino también por la diversidad de la oferta de la Comunitat Valenciana, que durante estos días acoge eventos culturales y festivos entre los que destaca, por ejemplo, el Castell de l'Olla de Altea, que ha catapultado la ocupación de la Villa Blanca hasta el 94%.
A todo ello, ha ayudado también el propio calendario ya que este año el festivo nacional se ubica en martes, por lo que son muchos los que harán puente, sumándose así a todos aquellos que alargarán su estadía vacacional.
El presidente de Hosbec, Fede Fuster, ha celebrado que «se confirman los augurios que llevamos anunciando hace semanas, con reservas en la provincia de Alicante por encima del 90%».
Pese a esa realidad, Fuster hace hincapié en que «no hay que obsesionarse con batir récords, ya que los datos son ya muy positivos y hay otros puntos a los que también dar importancia como son la rentabilidad hotelera y por supuesto, la fidelidad y satisfacción del cliente para que elija nuevamente la Comunidad Valenciana como futuro destino de vacaciones».
La buena noticia para los miles de visitantes que han elegido los destinos de la Costa Blanca para pasar ese puente de agosto es que, al menos según se desprende de las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la intensa ola de calor que ha barrido España estos días y que ha impactado de lleno en la provincia de Alicante este jueves, va a dar un respiro durante ese pico turístico.
El puente del 15 de agosto es uno de los momentos clave del verano turístico en la provincia de Alicante. Este 2023 las previsiones que maneja la Asociación Provincial de Hoteles y Alojamientos turísticos de Alicante (APHA) para el conjunto de la provincia sitúan la tasa de ocupación en un 87,2%.
Las altas ocupaciones serán la tónica en todos los municipios y zonas turísticas provinciales, con algunos matices. La situación más atípica será la de la ciudad de Alicante, lastrada por las obras que se llevan a cabo en el frente litoral y buena parte del centro. Estos trabajos en la vía pública ocasionan ruido, polvo y dificultan la movilidad, por lo que son numerosas las quejas y grande el malestar entre los turistas. Algunos establecimientos están optando por compensar a sus clientes por el mal estado de la ciudad ante la falta de soluciones por parte del ayuntamiento. Así, en Alicante ciudad la ocupación esperada es del 89,5%, muy por debajo del 97,7% registrado hace un año. Mejores cifras se darán en la Playa de San Juan, que llegará con toda seguridad al 97,4%. El Campello-Villajosa se situarán en el 89,5%; Guardamar del Segura en un 82,0%; Santa Pola en el 90,0%; los hoteles de interior prevén alcanzar un 53,5%; Sant Joan d'Alacant-Mutxamel un 74,6% y Orihuela un 44,0%.
Estos datos provisionales pueden variar, no obstante, de manera significativa debido a la importancia creciente de la clientela de última hora. Esta circunstancia determinará si la ocupación definitiva durante el puente de agosto logra acercarse o igualar las cifras de 2022. El pasado año Alicante se consiguió un lleno técnico con un 97,0% para la provincia, considerando en ese caso los tres días principales.
De hecho, en Benidorm, donde este jueves se podrían superar los 40º con un índice de humedad relativa del 90%, la bajada del mercurio será evidente el viernes, aunque todavía con valores muy por encima de los 30º. El sábado, eso sí, se prevén máximas de 28º y cielos completamente despejados con un ambiente en el que el viento de levante actuará de refrescante ambiental. Esa misma tónica se mantendrá, al menos, durante la primera mitad de la semana.
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