El primer parque acuático de Europa está en Alicante y reabre sus puertas este mes

Desde que comenzara su andadura hace casi cuarenta años, Aqualandia se caracteriza contar con una variada oferta de atracciones. Entre ellas se encuentra el Black Hole, dos toboganes oscuros con inesperadas caídas y giros para vivir en compañía, dado que la colchoneta sobre la que se viaja es de dos ocupantes.

La puesta en funcionamiento de Big Bang fue muy sonada por la vertiginosa inclinación de este conjunto de cuatro toboganes, cuyos colores no son lo único por lo que destacan. Amarillo, verde, azul o naranja; cuatro tonos a escoger con cuatro sensaciones diferentes para descubrir.

La llegada de Verti-go, haciendo honor a su nombre con dos caídas libres a 28 y 32 metros de altura respectivamente, parecía indicar que nada podría superar semejante derroche de adrenalina. Pero Aqualandia, nuevamente, rompió moldes con Cyclón; una enorme montaña rusa acuática cuyo serpenteante recorrido culmina en un embudo de 22 metros de diámetro.

Aqualandia cuenta con otras muchas como Splash, Pistas Blandas o Rápidos. Esta última es una de las más aclamadas del parque, un clásico en el que echarse unas risas al tiempo que se desciende por sus toboganes cayendo de piscina en piscina. Los más pequeños cuentan con áreas específicas con una oferta de ocio «a su medida». Es el caso de Adventureland o Laguna, donde hallarán todo tipo de entretenimiento.