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El sector turístico de la Comunitat Valenciana ha arrancado el mes de diciembre con un doble frente urgente abierto. Por un lado, y como todos los años por estas fechas, todos los actores de la principal industria de la región se preparan para afrontar la importantísima campaña de Navidad. Por otro, y ese es el gran tema de discusión en este momento, la puesta en marcha del nuevo registro de viajeros, conocido en el sector como el 'Gran Hermano turístico', que no sólo ha soliviantado a los hoteleros, sino también a no pocos clientes.
Un estreno que, además, ha llegado con una caída total del sistema. El presidente de Hosbec, Fede Fuster ha explicado que «la nueva plataforma de registro de viajeros que desde el día de hoy ha impuesto el Ministerio del Interior ni siquiera funciona», lo que ha provocado que «no haya ningún hotel, apartamento, camping, rent-a-car… en España que pueda estar registrando a sus clientes en esa plataforma. Es una chapuza más de un Ministerio que hace aguas en lo que a esta normativa se refiere».
El presidente de Hosbec y, a la vez, máximo responsable de Climia Hoteles, lamenta que «se nos exige comprobar la veracidad en una serie de datos que ni siquiera tenemos. Nos piden saber la relación familiar entre los huéspedes de una misma habitación, la forma de pago, las cuentas bancarias, los números de las tarjetas… son datos que en muchas ocasiones no tenemos ni tampoco tenemos la capacidad desde recepción de verificar la veracidad de, por ejemplo, la relación familiar entre los clientes».
Fede Fuster califica la situación como «una barbaridad», pero lamenta que «no hay manera de convencerlos porque no hay diálogo. No se nos da la oportunidad de explicar cómo funciona el sector turístico, algo que ellos ignoran».
Desde la Conselleria de Turismo hacen una llamada al consenso sobre el nuevo registro de viajeros. La nueva responsable, Marián Cano, entiende que «nunca se debería haber sacado sin el concurso de todos los actores» y considera que «es un error que se haya sacado» sin todas las partes implicadas.
Es por ello que el presidente de Hosbec ha avanzado que «vamos a presentar en las próximas horas un recurso pidiendo la suspensión cautelar de esta norma. Es algo muy preocupante porque ya teníamos una normativa de viajeros que funcionaba y que otorgaba una seguridad clara» y concluye que «estamos poniendo en peligro todo el sistema y la realidad es que a día de hoy España es un destino turístico mucho más inseguro de lo que era antes de la entrada en vigor de este Real Decreto».
En los mismos términos se ha expresado Miguel Ángel Sotillos, presidente de la Federación Española de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), que, con ironía, valoraba que «hemos tenido un estreno por todo lo alto».
A la imposibilidad de acceder a la nueva plataforma se une el hecho de que «el sistema anterior ya está desconectado y tampoco podemos enviar los datos allí», lo que ha resultado en que, en lugar de poder transmitir más datos de los viajeros en el primer día de aplicación del decreto, no se haya podido enviar ninguno.
La situación, sentencia Sotillos, viene a «demostrar lo que llevamos meses diciendo» y es que «el sistema no va bien» y que «nos piden datos que no tenemos».
Para la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA), «esta norma es un auténtico despropósito que se ha gestado y se aplica sin contar con el sector». APHA comparte la necesidad de colaborar con el Ministerio del Interior y, como se ha venido haciendo hasta ahora, registrar y compartir con la administración la información básica de quien se aloja en un establecimiento. Sin embargo, «la nueva normativa va mucho más allá en la exigencia de información personal» y, además, «entorpece enormemente la operación cotidiana de los hoteles y apartamentos». Los hoteleros alicantinos consideran que «la entrada de grupos turísticos en un establecimiento deja de ser un momento de alegría para convertirse en un tedioso procedimiento burocrático».
«Esta medida ralentiza la entrada y salida de los huéspedes, genera una gran carga administrativa para el sector y convierte a los hoteles y apartamentos en oficinas policiales», afirman desde la asociación.
Silvia Blasco, presidenta de la Asociación de Apartamentos Turísticos (Aptur) de la Comunitat Valenciana, también incide en que la puesta en marcha del nuevo sistema «ha sido un desastre. No se nos ha escuchado. Hemos dicho en muchísimas ocasiones que este decreto era de imposible cumplimiento. No era viable que se recogieran todos estos datos porque, entre otras cosas, forman parte de datos muy sensibles de los ciudadanos».
«En aras de la seguridad no se puede disfrazar lo que se pretende finalmente, que es la fiscalidad. Siendo el único país de toda la Unión Europea que lo ha puesto en marcha, creo que va a ser inasumible desde el punto de vista empresarial, económico y del usuario», añade Blasco.
Además, la presidenta de Aptur alerta de que «el usuario no es consciente de la cantidad de datos que van a circular por ahí sin ningún tipo de garantía» y, por lo tanto, «la Ley de Protección de Datos también va a poder exigir sus sanciones económicas por no haber tratados esos datos de forma adecuada. Es todo un despropósito».
Al igual que en el caso de Hosbec, «desde Aptur no descartamos pelearlo jurídicamente porque el nivel de posibles sanciones es altísimo».
Una situación que también ha despertado recelos e incomprensión entre los turistas que han llegado a Benidorm en las últimas horas y que no comprenden el largo cuestionario al que se los puede llegar a someter, aunque esa alarma no ha sido tan exagerada como se esperaba en un principio.
Michelle Baker es una periodista británica afincada en la Marina Baixa. Buena conocedora de cómo ha ido evolucionando el sentir de sus compatriotas al respecto, afirma que «la gente está ahora mucho más tranquila» que cuando se anunció por primera vez esta nueva normativa.
Esa tranquilidad se ha producido «después de que se haya hablado mucho durante meses en las redes sobre esto. La gente pensaba que iba a tener que dar hasta el tamaño de zapato que usaban, pero todo eso se ha ido desmintiendo. Además, algunos medios lo han ido resumiendo muy bien».
Según Baker, a efectos de los visitantes, «los cambios van a ser poquísimos. De hecho, los formularios en muchos hoteles van a ser los mismos que tenían antes. Es todo un montaje sobre 'nada'». Eso ha permitido que «últimamente haya mucho menos histerismo».
Una realidad que se podía percibir en la mañana de este miércoles entre los que llegaban a la capital turística de la Costa Blanca. Era el caso, por ejemplo, de Ian Walker, todavía cargado con sus maletas tras haber llegado desde Wolverhampton (una ciudad en el centro de Inglaterra), que reconocía «no había oído nada sobre todo esto». Pese a ello, su empeño es que nada le arruine sus días de asueto en la Costa Blanca y dice que «si tengo que dar esos datos, los daré. No pasa nada».
También Mark Taylor, residente en Durham (en el Noreste británico), reconocía no haber notado grandes diferencias respecto a otras visitas realizadas a la ciudad. «Venimos cada año y no he notado nada distinto en esta ocasión», aseguraba.
En su caso, venía preparado para una eventual 'entrevista en profundidad' ya que «en la agencia de viajes nos habían advertido de que igual nos pedían más datos de los habituales y que no nos asustáramos si sucedía. Que se había aprobado una nueva ley en España y que, por lo tanto, todo estaba en orden».
Toni Pérez, alcalde de Benidorm y presidente de la Diputación Provincial de Alicante, también ha querido valorar esa puesta en marcha del 'Gran Hermano turístico' y, como en ocasiones anteriores, ha querido alinearse con el sector.
En ese sentido, el primer edil de la capital turística de la Costa Blanca ha sido categórico al subrayar que «la visión de Benidorm, como destino, es la misma que la de la patronal» y lamenta que «cuando hay una demanda importante de la sociedad para agilizar las relaciones con la Administración y cuando muchas administraciones estamos dando pasos, precisamente, para conseguirlo», se pongan en marcha este tipo de decretos que, a su juicio, van en el camino contrario.
Pérez ha presumido de que, antes de la puesta en marcha de este nuevo decreto, Benidorm ya era «uno de los lugares donde esa gestión se hacía de manera óptima y, por lo tanto, no entiendo ni comparto las exigencias que se imponen a través de ese nuevo decreto».
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