El turismo alicantino salva una «jornada caótica» gracias a sus propios equipos de generación de electricidad

En un día no lectivo en los centros escolares de la Comunitat Valenciana y festivo, por ejemplo, en la ciudad de Valencia, Benidorm vivía este lunes un día de aparente normalidad turística. A mediodía, animados por el sol y el calor, visitantes y vecinos se cruzaban. Los primeros, buscando ya el refresco de las cafeterías y comenzando a pensar en encontrar un lugar donde comer. Los segundos, ocupados en sus quehaceres diarios.

Era un lunes normal en la capital turística de la Comunitat Valenciana hasta que a las doce y 33 minutos de la tarde se hizo un silencio casi total. Como tantas otras veces antes, las máquinas refrigeradoras de los bares, los aires acondicionados, las neveras… todo eso dejó de emitir su monótono zumbido. A la vez, las televisiones y los equipos de música cesaron. Nada del otro mundo. Un apagón. Uno de tantos.

Sin embargo, los buenos observadores, los que tienen esa manía de buscar pistas más allá de lo evidente, notaron muy pronto que algo no era normal. Ni un semáforo. Ni una luz. Y más de uno, mirando la pantalla del móvil porque su llamada se había cortado. Y poco a poco, iban llegando las noticias. Apagón también en La Vila. Y en La Nucía. Y en Calpe. Y en Altea. Y en l'Alfàs… y así, hasta que todo el mundo supo que España entera (salvo Canarias y Baleares) se había fundido a negro.

Todo ello, claro, con los hoteles a más del 70% de ocupación. Esta mañana, la directora ejecutiva de la patronal hotelera Hosbec, conversa con voz mucho más calmada con TodoAlicante. «Hoy hemos amanecido con total normalidad», asegura Mayte García.

«Después del susto y, sobre todo, la sensación de incertidumbre vivida ayer, los grupos generadores funcionaron muy bien y los hoteles se mostraron como lugares seguros donde se podía seguir dando servicio» presume la responsable de un sector importantísimo para la economía y que en momentos de zozobra, como en la ya lejana pandemia, se convierte también en un servicio crítico.

García explica que, en realidad, los hoteleros «estamos muy acostumbrados a la entrada de los grupos generadores porque siempre puede haber cortes puntuales de suministro». Sin embargo, reconoce que sí hubo nervios «al ver que no volvía y, sobre todo, el alcance de este apagón». Fue entonces cuando «se decidió optimizar el uso de los generadores y, sobre todo, asegurarnos tener suministro de combustible, que era lo complicado en el día de ayer».

Por todo ello, y pese a que poco a poco la luz iba volviendo, «la noche fue larga», pero insiste en que «esta mañana nos hemos levantado con total normalidad».

En cuanto a la reacción de los muchos turistas hospedados en Benidorm, Mayte García explica que «los clientes se dieron cuenta de lo que estaba pasando, sobre todo, a causa de las comunicaciones porque, de repente, era muy complicado poder comunicarse con otras partes de España o el extranjero. Se fueron adaptando y hubo muy buena respuesta por parte de toda la ciudadanía».

El día, en cualquier caso, era absolutamente normal hasta que el reloj marcó las 12:33 horas. Y, para tantas otras cosas, lo siguió siendo para muchos turistas que tenían que llegar o marcharse de la ciudad de Benidorm y de otros destinos de la Costa Blanca antes o después del apagón.

El Grupo Autocares Benidorm y su filial, Beniconnect, es uno de los principales operadores de 'transfers' entre la ciudad y otros destinos de la Costa Blanca y sus principales vías de entrada, verbigracia, el aeropuerto y la estación de tren de Alicante así como los de Valencia y, por lo tanto, fue una de esas empresas que ayer, durante el gran apagón que sufrió todo el país, tuvo que tirar de imaginación para poder seguir con su operativa y no dejar a nadie en tierra. Una operativa que, evidentemente, también dependía de la que pudiera tener el tráfico aéreo y ferroviario del país.

El gerente del grupo, Juanjo Pérez-Parker, reconoce en conversación con este medio que «la de ayer fue una jornada caótica. En un primer momento, no sabíamos qué pasaba o cuánto iba a durar y tuvimos que tomar decisiones sobre la marcha».

«Nosotros somos una de las principales empresas de transporte en la provincia de Alicante y trabajamos con muchos agentes de reservas. Todos los ordenadores se vinieron abajo y no podíamos operar, contactar con clientes...», narra Pérez-Parker sobre esas horas de apagón eléctrico.

Además, también a nivel interno las cosas se complicaron mucho. «Nuestros conductores trabajan con una aplicación móvil que también se cayó. Era complicado saber a quién, cuándo y dónde tenías que recoger o dejar». Sin embargo, la previsión con la que el Grupo Autocares Benidorm trabaja en su día a día permitió salvar la situación porque «nosotros, todos los días, imprimimos nuestros partes de trabajo para tener siempre un 'backup' manual por si pasa cualquier cosa. Eso nos salvó de gran parte de los problemas».

A pesar de todos sus esfuerzos, reconocer Juanjo Pérez-Parker, «debido al enorme volumen que manejamos, algunas personas se quedaron sin ser atendidas y tuvieron que optar por otras alternativas como el taxi porque ni ellos podían hablar con nosotros, ni nosotros con ellos. Ahora, estamos intentando subsanar todos esos problemas».

Pasadas las horas y, sobre todo, recuperada la normalidad, desde la empresa «nos estamos dedicando hoy a tratar de ayudar a los turoperadores y a los clientes a subsanar todos esos problemas que han surgido y así poder llevar a la gente que no se pudo transportar ayer a sus destinos».

Pérez-Parker subraya que «si el aeropuerto hubiera dejado de operar, no podríamos haber llevado ni traído a nadie; pero el 'problema' es que sí seguía operativo y nuestros conductores no podían saber a quién tenían que recoger en los hoteles para llevarlos allí. Pese a todo, dentro de lo que cabe, fue mejor de lo esperado».

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