Jorge Crivillés no se amilana y esta medianoche se lanzará al mar para unir Tabarca y Benidorm

El protagonista de esta aventura ha reconocido a través de sus redes sociales que el temporal que estos días ha agitado el Mediterráneo ha añadido una dificultad añadida a la ya complicadísima tarea de nadar entre Tabarca y Benidorm. «No será un reto fácil», dice Crivillés y es que el nadador tenía previsto que la temperatura del agua fuera de «21 grados, pero la tendré a 16 y con vientos con más fuerza de lo previsto».

Sin embargo, nada de eso ha desanimado a Jorge Crivillés, que salvo cambio de última hora, tiene previsto partir esta medianoche desde Tabarca para llegar a la isla de Benidorm a las cinco de la tarde del sábado. Un reto, por lo tanto, de unas 17 horas de natación continuada en las que, a la ya de por sí hercúlea tarea de cubrir ese medio centenar de kilómetros, tendrá que superar unas condiciones marítimas que, aunque se espera que mejoren a lo largo de las próximas horas, no serán las idóneas para una empresa de tal calibre.

Rafael Ramón, el capitán de este reto y el encargado de marcarle el mejor rumbo a Crivillés, explica que para esta noche «se espera viento del oeste con olas de un metro de altura y para el amanecer el viento rolará al suroeste con velocidades superiores a los 15 nudos».

Las horas más duras de este reto se esperan «entre las tres y las ocho de la mañana debido a la persistencia del viento y al frío causado por la bajada de las temperaturas nocturnas». Eso sí, las cosas cambiarán un poco más tarde ya que «entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde la previsión es que el viento y el oleaje permitan dar una tregua al mar, mejorando las condiciones para la travesía», añade Rafael Ramón.

Y todo ello, con el único objetivo de recaudar fondos para la investigación contra la leucemia pediátrica en el Hospital General Universitario Doctor Balmis de Alicante.