El Gobierno destina solo tres nuevos examinadores de Tráfico a Alicante y deja el sistema al borde del colapso
Dos de ellos están destinados a las pruebas teóricas, mientras que otro se encarga del circuito cerrado | Este viernes 1 de agosto se ha celebrado el último examen previsto hasta septiembre
Ismael Martinez
Alicante
Viernes, 1 de agosto 2025, 16:30
La situación para obtener el carné de conducir en la provincia de Alicante no hace más que complicarse. A la falta de personal, que ya venía siendo un problema, y al atasco creciente en las autoescuelas, ahora se suma un dato que ha terminado de encender todas las alarmas en los centros de autoescuelas: el Gobierno ha parcheado la solución a la falta de examinadores con únicamente tres nuevos trabajadores para cubrir las pruebas en este tramo final del verano.
Y lo más preocupante no es solo la cifra, sino cómo se ha distribuido. De esos tres funcionarios (dependientes de la Dirección General de Tráfico (DGT)) dos están asignados exclusivamente a exámenes teóricos y el tercero solo realiza pruebas en circuito cerrado, es decir, la antesala de la circulación real, según apuntan fuentes de las autoescuelas de la provincia. En otras palabras: no hay nadie disponible para hacer exámenes prácticos en tráfico abierto, lo que bloquea por completo el avance de cientos de personas que llevan tiempo preparándose haciendo prácticas y que el examen teórico ya lo tienen aprobado desde hace meses.
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Por si fuera poco, este viernes, 1 de agosto, se celebra el último examen programado. Después de eso, nada. No hay nuevas fechas previstas hasta septiembre, y eso, para muchos jóvenes, ha sido un auténtico mazazo. Las autoescuelas, que ya sabían que afrontarían retrasos en los exámenes, ahora se enfrentan a un parón total. Y con ello, la imposibilidad de dar salida a decenas de alumnos que llevan meses esperando su turno.
El malestar es general. Porque con solo tres examinadores en una provincia donde más de 30 autoescuelas siguen funcionando a pleno rendimiento, la situación se vuelve insostenible. Algunas ya han empezado a recortar clases prácticas, mientras otras han frenado las inscripciones. La incertidumbre no solo complica la organización interna: también desmotiva y deja en pausa a muchos jóvenes que ven cómo su ilusión de obtener el permiso de conducir se desvanece por falta de oportunidades.
Es el caso de Mario, un chico de 21 años que acumula meses de prácticas. «Llevo meses haciendo prácticas, pero si no me dan fecha de poco sirve. Siento que estoy perdiendo el tiempo y el dinero», contaba a este periódico hace unas semanas. Y, como él, decenas. Porque el problema no es esperar hasta que se ofrezca una nueva fecha de exámenes, es la sensación de los jóvenes al sentir que el esfuerzo que están haciendo no vale si no tienen opción de demostrarlo.
Por eso, las autoescuelas reclaman soluciones urgentes. Más examinadores, más refuerzos, más previsión. Sobre todo ahora, en los meses de mayor demanda. Porque todo apunta a que en septiembre el colapso continuará invariable con colas de jóvenes a la espera de poder examinarse para obtener el carné de conducir. Si es que no han desistido porque ya empiezan con los estudios universitarios lejos de sus hogares o se incorporan al mercado laboral.