Fede Fuster: «Ahora mismo, lo urgente no deja tiempo a lo importante»

Abajo, en el estrecho espacio que separa el escenario de la primera fila de butacas, uno y otro, Fuster y Mayor, reciben abrazos y felicitaciones de sus compañeros empresarios. Uno, por la labor realizada. El otro, por su elección. Ambos, sólo un ratito antes, habían recibido cerradas ovaciones. Uno, porque tres lustros después de asumir el cargo, deja una Hosbec más fuerte y grande que nunca. El otro, porque en su discurso inaugural se ha mostrado tan contundente y reivindicativo como su predecesor.

La llegada de Fuster, apenas 40 años de edad, supone mucho más que un cambio en la planta noble de los hoteleros valencianos. Es un cambio generacional y, seguramente, también un cambio de estilo, aunque eso, asegura, está por ver. En realidad, como dejó escrito Giuseppe Tomasi di Lampedusa en 'El gatopardo', se trata de cambiarlo todo para que nada cambie. Porque Fede Fuster es el nuevo presidente. Más joven, un poco más alto y, a primera vista, algo más delgado. A la vez, es el mismo presidente. Sonrisa constante y educada contundencia a la hora de defender lo que él y los suyos consideran justo.

Los dos operarios siguen desmontando. El auditorio se ha vaciado y Fede Fuster, ya presidente de Hosbec, sonríe con muchas cosas que contar.

Hace sólo unos minutos que ante todo el plenario de la Asamblea General se han dicho por vez primera, ya de manera oficial, las palabras de 'Fede Fuster, presidente de Hosbec'. ¿Qué ha sido lo primero que ha sentido?

(Ríe) ¡La primera reacción ha sido querer salir corriendo! Hablando en serio, es un orgullo y un privilegio poder representar a todas estas personas porque nunca debemos olvidar que las empresas son personas y familias de las que conozco su historia, su capacidad de trabajo, su esfuerzo, los retos que han asumido, los disgustos… Sé lo que hay detrás de todos ellos y representarles es para mí un orgullo y un privilegio.

¿Cuáles son los principales retos que debe afrontar Hosbec a corto y medio plazo?

Ahora mismo, lo urgente no da tiempo para lo importante. A corto plazo, te diría que vamos a adoptar una posición defensiva ante todo lo que está ocurriendo. No sólo desde un punto de vista económico, donde tenemos la subida de los tipos de interés, el aumento de materias primas, de energía… todas ellas, cosas que nos dificultan mucho nuestra operativa. Hay que entender que hemos pasado la pandemia, pero lo hemos hecho adquiriendo deuda. Por lo tanto, nuestras empresas están endeudadas y la subida de los tipos de interés, nos preocupa.

Pero, para más 'inri', no dejan de atacarnos. El último golpe a provenido de los nuestros, del Consell, que ha aprobado esa infame tasa turística que nos va a hacer mucho daño. No sólo al sector del alojamiento, que es al que ahora represento, sino al ocio en general. El objetivo no deja de ser el quitarles el dinero a los turistas y, por lo tanto, no tendrán ese dinero para gastárselo en otras cosas una vez estén en el destino.

Me habla de las piedras que se encuentra en el camino, pero yo le preguntaba por los retos.

Es verdad. Tenemos muchas adversidades en el camino, pero también afrontamos grandes retos que debemos asumir como asociación. Tenemos que animar a los nuestros a dar el salto internacional. Tenemos cadenas con una dimensión y una potencia que ilusionan para dar ese salto que puede ser al Caribe, al sudeste asiático… donde sea.

Visto como se están poniendo las cosas en España y que, probablemente, la inversión se cierre, porque eso es una realidad, quizás haya otros sitios en el mundo donde seamos mejor bienvenidos y habría que empezar a estudiar esas opciones.

Hacía usted referencia a la tasa turística que, en cualquier caso, no entrará en vigor hasta 2024 y dependerá de las decisiones que se tomen en cada municipio de la Comunitat. En la Costa Blanca, por ejemplo, sólo Altea ha manifestado su intención de aplicarla. ¿Cómo lo valora?

Ningún municipio de los relevantes turísticamente, dicho con todo el cariño, la ha adoptado excepto València, que sí ha manifestado esa intención. En el caso de Altea, no lo conozco. Insisto que digo esto con el máximo cariño y respeto, pero probablemente le salga más caro el montaje que tienen que hacer para controlarlo que lo que van a recaudar.

Al final, todos los municipios con encanto de la Comunitat Valenciana son susceptibles de recibir turistas, pero eso no los convierte en destinos turísticos. Esta norma está pensada para tres grandes ciudades turísticas, que es donde se puede recaudar, y de ellas, insisto, sólo València la va a adoptar. Una ciudad donde gobierna Compromís, pero en mayo hay elecciones y veremos si sigue el mismo gobierno o hay cambio. Todavía hay esperanza.

La otra gran cuestión turística que hay sobre la mesa turística es el programa de vacaciones sociales del Imserso y la rotunda negativa de la ministra Belarra a tocarlo. Ese ha sido, precisamente, uno de los grandes caballos de batalla de Toni Mayor. ¿Usted va a ser igual de beligerante que él?

La línea tiene que ser la misma porque la línea de Toni siempre ha sido la de la reivindicación de algo que es totalmente injusto y que no tiene sentido. Es que, no es una cuestión de justicia o no. Es una cuestión de sentido común.

Explíquese.

El Imserso es un programa rentable para el Estado en tanto y cuanto, por cada euro que invierte recoge 1,6 euros. La alternativa al programa hacia el que se dirige la ministra Belarra es terrible porque si cerramos los hoteles y enviamos a toda esa gente al paro, las transferencias que tendrá que hacer el Estado a toda esa gente serán enormes.

Pero no sólo a los empleados de los hoteles porque hay que recordar que cuando un hotel cierra, toda la cadena de valor se resiente. Al Estado le va a salir la factura muy cara.

Y a ustedes también.

Quizás más al Estado que a nosotros. Ten en cuenta que esto ya lo hemos vivido en la pandemia. Cerramos, hacemos mantenimiento y reabrimos en mayo. Eso es algo que, más o menos, sabes lo que te cuesta y lo puedes asumir. Pero para el Estado es inasumible.

¿Por qué lo hace entonces?

Creo que Podemos, ese partido que está tan en contra de la empresa, está haciendo campaña electoral. Pero no se da cuenta de que esto no se trata de la empresa, sino de nuestros mayores, que tienen ese derecho de viajar, salir y socializar, que para ellos significa también salud.

Y también, como ya he dicho, de miles y miles de trabajadores. Y, por ello, insisto en que la factura más elevada la va a pagar el Estado.

Toni Mayor ha estado casi tres lustros al frente de Hosbec con un estilo muy particular. ¿En qué se va a diferencias su presidencia de la suya?

(Ríe) Toni es una persona muy particular. La verdad es que es único. Ha hecho una labor fenomenal e impagable y he de decir que yo he aprendido muchísimo de él. Pero yo tengo mis cosas, las buenas y las malas, como las tenemos todos; y tenemos estilos diferentes.

Resúmamelos.

Yo soy más joven y hay cosas, como todo lo relacionado con la tecnología y demás, que, quizás por una cuestión generacional, yo puedo llevar mejor. Pero en líneas generales, sólo tengo palabras de gratitud hacia él y, como digo, he aprendido muchísimo a su lado. ¿Las diferencias? Eso es algo que se irá viendo en las próximas semanas y meses.

Hace sólo un par de semanas me dijo, en relación al acercamiento entre Apha y Hosbec, que quería hablar con los hoteleros alicantinos para explicar su propuesta. ¿Ha podido hacerlo? ¿Ha habido ya algún avance?

Por el momento, no. Si no me equivoco, ya hay una candidatura para esa nueva Junta Directiva que, creo, se tiene que votar el día 16 de diciembre. Nosotros ya enviamos un documento con la que debía ser la hoja de ruta para llevar a cabo esa alianza que, quizás, se malinterpretó un poco por parte de algún medio, que lo vio como un movimiento hostil, pero es todo lo contrario.

Nosotros hemos coexistido 45 años perfectamente y ahora, si ellos deciden incorporarse, fenomenal; y si no, no pasa absolutamente nada. Eso sí, es algo que nos gustaría que sucediese porque para eso hemos hecho esa oferta.