Dos pueblos de Alicante, afectados por la sequía, recibirán agua potable en cubas o garrafas

La sequía ha afectado duramente a varios pueblos del norte de la provincia de Alicante. La Marina Alta es la zona cero de los recortes en los recursos hídricos de varios municipios en los que la salinización del acuífero ha provocado que el agua que sale del grifo no sea apta para consumir ni cocinar.

Ante esta situación el Consorcio de Aguas Teulada-Benitachell ha aprobado la delegación de competencias a los ayuntamientos, permitiendo así la compra de agua destinada a la distribución entre los habitantes de ambos municipios.

En una junta extraordinaria celebrada este martes, 13 de agosto, se acordó destinar un presupuesto de 100.000 euros, que se repartirá entre Teulada Moraira y Benitachell en función del número de abonados de cada localidad. De este modo, el primer municipio recibirá el 67,40% de los fondos, mientras que el segundo dispondrá del 32,60%.

Cada municipio tendrá la capacidad de decidir la forma más adecuada de distribución de agua, según sus necesidades específicas. Las opciones incluyen el reparto de garrafas de agua o la instalación de cubas en los cascos urbanos. Esta medida estará en vigor hasta el 30 de septiembre de 2024.

El primer pueblo en aplicar restricciones en el agua corriente fue Teulada, el 25 de julio. En esta zona los acuíferos han sufrido una intrusión de agua salada del mar debido a la escasez de lluvias. Desde el Ayuntamiento de esta localidad explicaron que, en particular, pozos como el de Senija «presentan actualmente niveles de sal diez veces mayores a los habituales y cinco veces mayores que los históricos». Una situación que preocupa pues ha afectado a la calidad del agua potable.

Fue en ese momento cuando el consistorio local recomendó a los vecinos que «se abstengan de su consumo hasta que se confirmen los resultados», si bien el agua disponible en los grifos sí es segura para la higiene personal y doméstica. «No hay ningún riesgo de patógenos ni toxinas en el agua para los usos permitidos», expresa la autoridad local.

Tan solo unas semanas después, el 9 de agosto, era el Ayuntamiento de El Poble Nou de Benitatxell quien decretó la no potabilidad del agua. A través de un bando firmado por el alcalde, Miguel Ángel García Buigues, el consistorio indicaba que esto llega a consecuencia de la situación de sequía en los últimos dos años, que ha provocado la salinización de su principal acuífero. Esto ha ocurrido «a pesar de realizar las actuaciones» a su alcance, que están contempladas en el Plan Especial de Sequía que el Consorcio de Aguas Teulada-Benitatxell aprobó y remitió a la Confederación Hidrográfica del Júcar antes del verano.

También advertía a los vecinos de la posible llegada de restricciones a otro municipio, Parcent. Desde el consistorio anunciaban en sus redes sociales que aplicarían «restricciones drásticas», como cortes de agua, si no se logra «un ahorro significativo y una recuperación en los depósitos de agua en las próximas 24 a 48 horas».

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