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La Generalitat Valenciana peleará por recuperar el 'Llibre dels Repartiments' para Orihuela. Símbolo del pasado foral de la ciudad y de su historia como segunda cabeza del Reyno de Valencia, el president, Carlos Mazón anunciaba este martes que su gobierno se unirá a la causa que enfrenta al Ayuntamiento oriolano con la Generalitat de Cataluña por la propiedad de este valioso documento. Una suma de fuerzas a la que el Consell dará visto bueno esta misma semana, según afirmó el presidente autonómico en el transcurso de la II edición de los premios que otorga el Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela.
El documento en el cual el Rey Sabio hacía el reparto de tierras tras la conquista cristiana de la ciudad en 1243 fue robado entre 1907 y 1908 y, a continuación, fue adquirido al librero Salvador Babra en los años veinte del pasado siglo por la Biblioteca de Cataluña, donde permanece expuesto. 87 folios escritos a mano en letra gótica que solo volvieron a pisar su ciudad de origen de forma puntual en 2010, con motivo una exposición celebrada en el Museo Arqueológico Comarcal por los 700 años de reconquista.
Desde entonces han sido numerosos los intentos del Consistorio oriolano por devolver a sus archivos este preciado documento histórico. Así se ha solicitado hasta en cinco ocasiones a la Generalitat de Cataluña y a la Diputación de Barcelona. La última de ellas fue en 2018, en una causa que abanderó el exedil de Patrimonio, Rafael Almagro.
El primer paso se dio en mayo de 2021. El Pleno aprobaba una declaración institucional para solicitar a Cataluña el regreso del libro. Una petición a la que sumó en julio del mismo año el Consell Valencià de Cultura.
En adelante, el Ayuntamiento dio a la Generalitat tres meses para devolver el documento. El hasta hoy president de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, nunca ha accedido a las peticiones de Orihuela y, según el Ayuntamiento, ha dado la callada por respuesta. Fue en 2022 cuando, movido por el desinterés mostrado por Cataluña, que el Consistorio expresó su deseo de llevar el caso a la vía judicial. Desde entonces, con un gobierno PSOE-Cs de por medio, no se ha dado cuenta del estado de dicha causa. Ni siquiera se llegó a presentar formalmente la demanda.
La fundamentación jurídica sobre la que el Ayuntamiento arma su exigencia de devolución del 'Llibre' refiere precisamente una sentencia del Tribunal Supremo. Hasta el mismo año en que el Consistorio resucitó esta vieja reivindicación, Aragón y Cataluña pleiteaban en los tribunales por demostrarse los legítimos propietarios de los tesoros del Monasterio de Sijena. Finalmente Aragón y Villanueva de Sijena se llevaron el gato al agua y vieron sus obras de arte de vuelta en casa tras años depositadas en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Mazón reivindicó el regreso de este documento como una cuestión de «honor a nuestra patria valenciana, a nuestro orgullo y señas de identidad». Consideró que la batalla emprendida por el Ayuntamiento contra Cataluña se ha hecho «con toda honra, merecimiento y rigor» y reivindicó que es ahora, con su Consell, que el Ayuntamiento ha obtenido el apoyo de la Generalitat Valenciana. «Volvemos a remarcar nuestro compromiso con nuestra historia y nuestra tradición», celebró el president.
El jefe del Consell también se comprometió antes a iniciar e impulsar el expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural con carácter inmaterial del Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela, el cual va camino ya de celebrar los 750 años desde su fundación por privilegio de Alfonso X de Castilla.
La declaración obtuvo el impulso del Pleno municipal el pasado febrero cuando todos los grupos políticos unieron sus votos para instar a la Generalitat a que instruya el expediente para hacer BIC al juzgado, que ya tiene la consideración de consuetudinario al igual que su homólogo, el Juzgado de Aguas de Valencia. Esa consideración, además, es preceptiva para elevar a la institución a la candidatura de la misma como Patrimonio de la Humanidad ante la Unesco, objetivo último del Juzgado y del equipo de gobierno municipal.
«Esta licencia no se otorga a cualquier. Hay que llegar a los 1.000 años para poder acreditarlo (el juzgado tiene precedentes musulmanes) y que, por tanto, vuelve a ser un ejemplo de la cultura del agua en nuestra tierra, que es ejemplar y que nos acredita, no para dar lecciones a nadie, pero tampoco para recibirlas», ensalzó Mazón en presencia el juez de aguas, José Bernabé, y de una nutrida representación de los regantes y autoridades de la comarca.
Prueba del valor patrimonial e histórico que atesora el Juzgado de Aguas de Orihuela es su archivo. Entre sus estanterias se conservan pleitos desde el siglo XIII hasta la actualidad. Un fondo bibliográfico que recibe las visitas de multitud de estudiosos y que están pendientes de una ayuda de la Generalitat para digitalizarlos, conservarlos en condiciones más adecuadas y ponerlos a disposición del mundo a través de un aula de estudio.
El alcalde de Orihuela, Pepe Vegara, también aprovechó su discurso para ensalzar a la Vega Baja como «huerta de Europa» y al Juzgado como depositario y protector de esa herencia. Recordó como 2021 el Juzgado de Aguas fue reconocido como tribunal consuetudinario, pero reconoció que ese premio «no nos parece suficiente». Y señaló a Mazón su deber de que sea, a continuación, declarado BIC inmaterial. «Espero, presidente, que te tomes este trabajo de ayudarnos a conseguir este objetivo».
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