Benidorm recibe el otoño turístico con Orgullo

Sólo un día después de que el pasado domingo se diera por finiquitado el verano turístico en Benidorm, la ciudad amanecía el lunes, si cabe, con más colorido y esperando el desembarco de las más de 20.000 personas que, un año más, participarán en el Pride, el gran evento dirigido al mercado LGTB que en 2024 llega a su decimocuarta edición.

El Orgullo benidormense es una de esas actividades que, en sus inicios, nacieron para conseguir la plena desestacionalización de un destino que ahora, mediada la tercera década del siglo XXI, ha alcanzado ese anhelo de poder trabajar a pleno rendimiento (o casi) durante los doce meses del año.

Un éxito que el alcalde de la ciudad, Toni Pérez, resume con uno de sus típicos giros del lenguaje que, a falta de algo mejor, define perfectamente lo que ha conseguido el sector en estas últimas décadas. El también presidente de la Diputación Provincial presumía de desestacionalización afirmando que «donde antes hablábamos de temporada alta y temporada baja, ahora hablamos de temporada alta y temporada 'maja'».

Y eso, la temporada 'maja', es, precisamente, lo que inaugura un Benidorm Pride cuyo máximo responsable, Santos Torres, presidente de la Asociación Turismo LGBT de la capital turística, no sabe o no quiere especificar si es el evento que despide el verano o da la bienvenida al otoño. «Yo creo que puede ser perfectamente las dos cosas. Me gusta pensar que el Benidorm Pride sirve tanto para despedir el verano como para dar la bienvenida al otoño», dice entre risas en conversación con TodoAlicante.

Benidorm es, desde el inicio mismo del boom del turismo a mediados del siglo XX, un destino 'gay friendly'. Eso ha ayudado, como reflexiona Torres, a que «celebrar un evento como el Benidorm Pride, el orgullo gay, aquí sea un lujo». Y lo dice con conocimiento de causa, «porque conozco muchos orgullos de España e, incluso, algunos de fuera y, sinceramente, por enclave, por temperatura y por todo; el de Benidorm es un gran lujo».

«Comparándolo con los que se hacen en otros lugares, lo que tenemos en nuestra ciudad es una maravilla de calle y un programa que lo disfruta la gente que participa y, sobre todo, la gente de Benidorm. Cuando camino por la calle la veo disfrutar como locos», prosigue Santos Torres presumiendo no sólo del gran atractivo que tiene esta primera semana de septiembre para el público LGTB, sino también para el resto visitantes y vecinos que disfrutan y participan de los eventos programados.

La semana del Benidorm Pride, que se prolongará hasta el próximo domingo, está llena de todo tipo de fiestas y también de eventos culturales; pero si algo destaca sobre todo lo demás es ese desfile-manifestación que el sábado recorrerá la primera línea de la playa de Levante con decenas de carrozas y miles de participantes y en el que no faltará la diversión y la reivindicación a partes iguales.

«Realmente es la joya del evento y de la semana, porque es esa fusión entre los que reivindicamos y esa gente que está viendo el desfile y disfrutándolo», afirma Torres. El desfiles es, para el organizador del Orgullo de Benidorm, «lo que realmente consigue esa fusión, aunque todos los actos son 'gay friendly'. Y no sólo por el desfile, que es el acto central, sino también con las actividades posteriores que se hacen en el auditorio Julio Iglesias. Ahí ya la gente se vuelve loca».

Un acto, además, que este año 2024 volverá a reverdecer viejos años de gloria tras haberse recuperado del bache derivado de la pandemia. «¡Este año se nos va de las manos!», dice Santos Torres. «Estoy súper contento porque venimos de unos años en los que se había notado una bajada de participación por parte de los locales de Benidorm un poco preocupante. Sin embargo, este año hemos recibido muchísimos formularios de inscripción».

Y eso, prosigue, que «sabemos que es algo que resulta caro: contratar la carroza, el equipo de música, un DJ... pero se han organizado unos con otros, se han asociado y la participación ha subido mucha. Además, participará también el Benidorm Fest, la Comunitat Valenciana, tendremos carrozas que vienen de Gandía o Alicante… Este año va a ser realmente increíble».

Algo, reconoce, a lo que ha podido ayudar la recuperación ya total del sector hostelero benidormense tras la pandemia. Aquel tremendo revés económico es, para Santos Torres «uno de los motivos» de la bajada de participación vivida en los últimos años.

Pero no el único ya que «nosotros también hemos cambiado cosas. El año pasado ya no lo hicimos, como quien dice, tan cerrado. Es decir, sacamos muchos eventos a la calle: al auditorio Julio Iglesias, al Óscar Esplá, a la calle Bilbao, al Mirador… Hemos repartido el cariño con la hostelería celebrando eventos en diversas discotecas y hoteles».

Con ello, resume el organizador del Benidorm Pride, «se ha creado una sinergia entre negocios, ya no solo negocios LGBT, sino negocios de aquí, de Benidorm, y esa es la unión y la fusión que se busca».

El Orgullo de Benidorm es, sobre todo, un evento turístico y festivo; pero Santos Torres insiste en que también tiene un marcado carácter reivindicativo. En ese sentido, explica que se reclama «sobre todo, la igualdad; que las personas tengamos los mismos derechos sea cual sea su condición sexual. Cada uno que haga lo que le dé la gana con su vida mientras no se meta con nadie y nos respetemos los unos a los otros».

Y subraya que «seguimos luchando porque sigue viendo de vez en cuando algunos comentarios durante el evento en redes sociales un poco fuera de lugar, pero realmente cada vez son menos. Gracias a Dios, también tenemos la suerte de que por aquí no hay tantos ataques homófobos como en otras ciudades de España».

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