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Hace menos de una semana, cuando las máquinas habían comenzado ya a asfaltar el acceso a Benidorm a través de la avenida de Beniardá, el alcalde de la capital turística de la Comunitat Valenciana, Toni Pérez, dejó escrito, como respuesta a un ciudadano en su perfil de Facebook que le preguntaba por el momento de la inauguración de la obra, que «como alcalde no he inaugurado nada, pero nada, de lo hecho. Esto se inaugura con el primer coche que pase cuando se cumpla con la seguridad vial a rajatabla y lo inaugura quien vaya dentro de ese coche».
Apenas una semana después, los fastos de apertura de la vía, celebrados por todo lo alto esta mañana, pueden no haber sido bautizados como una inauguración, pero se le parecían mucho. A las 11:15 horas, una reunión con vecinos de la zona y un paseo caminando por el paso subterráneo con Pérez encabezando la marcha. A las 11:30 horas, un paseo en autobús por ese mismo paso con el alcalde ejerciendo de guía. A las 11:45 horas, la firma del acta de puesta en servicio seguida de las preceptivas declaraciones del primer edil. Finalmente, al mediodía, la apertura al tráfico de la vía. Lo dicho, nada que ver con una inauguración.
Han pasado exactamente 261 días desde que el pasado 13 de septiembre la principal entrada a Benidorm, por donde circulaban una media de 30.000 vehículos diarios, quedó completamente cortada al tráfico para proceder a la eliminación al paso a nivel que, primero con el 'trenet' y ahora con la línea 9 del Tram d'Alacant, había provocado unos problemas de movilidad que, con el paulatino aumento de la presión que se registraba en ese punto concreto, no habían hecho más que crecer con el paso de los años.
El plan era tan sencillo como ambicioso: crear un paso subterráneo para vehículos con un plazo de ejecución inicial de 18 meses que pronto quedó reducido a doce antes de quedarse en los nueve definitivos, que finalmente se ha podido rebajar en uno más, si bien es cierto que lo que ha acontecido hoy es la apertura al tráfico del vial, no la terminación de la obra, que sigue adelante con la urbanización de la parte superior de la misma.
La actuación, financiada con fondos de la Unión Europea, ha supuesto una inversión de 5,2 millones de euros.
El nuevo paso inferior dispone de una sección tipo de dos carriles por sentido con mediana central, mientras que los itinerarios para ciclistas y peatones se conservarán en la superficie. A su vez, la actuación se completa con la ejecución de carriles de servicios secundarios que permiten el acceso a la calle de la Estación, a parcelas privadas y al aparcamiento disuasorio municipal situado junto a la estación de Benidorm.
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