Los vecinos del PAU 1 se plantan contra los asentamientos ilegales

La inseguridad, la insalubridad y el temor a un incendio han llevado a los vecinos del PAU 1 a denunciar ante el Ayuntamiento de Alicante la proliferación del asentamiento ilegal en la zona de Rabasa. «La suciedad nos come, en vez de luces nuestros hijos ven excrementos de personas por el barrio e inseguridad», reconoce María Rosario Buyolo, de la asociación vecinal del PAU 1.

Quienes viven en la zona están hartos de la acampada ilegal que cada día crece más en las inmediaciones de la Vía Parque. Una realidad que genera incomodidad a los vecinos, que temen por problemas de salubridad. «Están acampando hasta en los jardines, se lavan en la fuente donde beben los niños e incluso se meten con los padres a la salida de los colegios y han tenido algunos enfrentamientos», afirma María Rosario Buyolo.

Según denuncian desde la asociación, el problema viene de lejos, cuando hace un par de años comenzaron a instalarse las primeras tiendas. Ahora se ha extendido y, para los vecinos, es un problema. Además, denuncian que la precariedad de estas personas les obliga a buscar en los contenedores del barrio, por lo que pululan por la zona generando sensación de inseguridad.

Para Buyolo, lo más preocupante es que estos dos años de denuncias no han valido para nada, ya que, tras reclamar presencia policial continua, «nos contestan que no hay suficientes efectivos». «Algún día puede pasar algo grave, porque muchos de ellos tienen problemas de salud mental», explica esta dirigente vecinal.

En un escrito que una vecina ha dirigido al alcalde, destaca que «la proximidad de este asentamiento ilegal de tiendas de campaña provoca temor en la gente que tiene que pasar por en medio de los barrios limítrofes, a pie, a diario. Ahora, algunos vienen en horarios de inseguridad».

No es el único temor de los vecinos: la proliferación de tiendas de campaña hace temer que, en caso de incendio, el fuego podría expandirse con facilidad por la zona. Algo nada descabellado, ya que, según denuncian, las fogatas son habituales. También alertan de que el problema podría agravarse por los basureros ilegales que abundan en la zona. Una situación empeorada por el humo que desprende el fuego, con el que el plástico y otros materiales de desperdicio pueden emitir partículas tóxicas.

Al alargarse esta situación, los vecinos temen, además, que sus casas se devalúen, en parte por la sensación de inseguridad e insalubridad que genera. Es por ello que han solicitado la intervención del Ayuntamiento para zanjar este problema, que llevan denunciando desde hace años y que también comparten con los vecinos del PAU 2.

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