Peligro en el Postiguet: los restos de las obras del nuevo espigón dejan la orilla plagada de rocas
Costas acabó los trabajos en mayo pero los restos del antiguo dique siguen medio enterrados en el arenal | Los bañistas han optado por amontonar las piedras en pequeña pirámides para «limpiar la playa» y hacerla más segura para el baño
La playa del Postiguet ya no es lo que era el verano pasado, sobre todo desde que la nueva escollera ha cambiado para siempre la imagen del arenal con la que muchos alicantinos han crecido. El antiguo espigón, que estuvo presente desde 1993 hasta el 27 de mayo de este año, ha desaparecido y un nuevo dique, muy diferente, está modificando por completo la fisonomía de la playa.
Sin embargo, todavía quedan restos del viejo espigón en la arena. Lo saben bien los bañistas del Postiguet, especialmente en la zona del Cocó, donde han aparecido grandes piedras y fragmentos de roca que no parecen propios de una playa conocida por su arena fina. Allí donde se alzaba el antiguo dique, una línea casi perfecta sigue delatando su presencia para desgracia de algunos turistas que han terminado golpeándose el meñique contra las rocas.
La construcción del nuevo dique ha provocado una transformación en las dinámicas marinas, con la que el Postiguet ganará al mar más de 200 metros de arena. La Dirección General de Costas confía en que sea el tiempo, y el propio movimiento del agua, el que rellene la zona del Cocó para ampliar la playa junto al espigón, como se recoge en el proyecto.
Noticia relacionada
Los alicantinos hacen suya la nueva playa del Postiguet pese a estar prohibido
No obstante, la escasa profundidad en la zona del antiguo dique dificulta que sea el mar quien acabe cubriendo los restos rocosos. De hecho, Costas está valorando si el proceso de regeneración natural será suficiente.
El proyecto contempla que «la escollera que resulte excedente tras la colocación del manto del espigón, a criterio de la dirección facultativa, se podrá o bien gestionar en vertedero o bien reutilizar como berma de pie del mismo en el manto exterior». Es decir, se entiende que el área debería haber quedado libre de restos una vez finalizadas las obras.
Ante la aparición de estas rocas, algunos bañistas han optado por amontonarlas en pequeñas pirámides, tanto dentro del agua como en la arena, en un intento espontáneo por «limpiar la playa» y hacerla más segura para el baño.
Las obras de construcción del nuevo dique finalizaron el pasado 27 de mayo, con dos meses de antelación respecto al plazo previsto. Aunque el proyecto también contemplaba que la redistribución de la arena se realizara de forma natural por el efecto del mar, sí se actuó mediante medios terrestres para recolocar parte del material acumulado tras el espigón. «La reubicación de arena se realizará desde la playa seca hacia la nueva zona de abrigo del espigón», recoge el documento técnico.
En ese mismo proyecto se incluía, además, el compromiso de retirar todo el material sobrante tanto de la obra como del antiguo espigón, algo que, como comprueban cada día los bañistas del Postiguet, no se ha cumplido.
Más arena y más playa
Con esta actuación no solo se frena la pérdida progresiva de arena que sufre el popular arenal alicantino, sino que también se ganan entre 205 y 240 metros de superficie estable. Además, la conocida zona del Cocó ha mejorado en seguridad para el baño, al tiempo que se resuelven otros problemas: se aisla la zona lúdica del desagüe de pluviales situado al final de la playa y se mejora la calidad del agua en ese sector.
