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Es sábado por la mañana y el sol luce en Alicante. Con el telón de fondo de la emblemática fuente de Luceros, dos mujeres conversan alrededor de una mesa mientras toman un café y una tostada con tomate. Cerca, otros clientes piden, levantan la mano para llamar al camarero o disfrutan de un vermut o una cerveza fresca.
Puede ser cualquier día, de cualquier mes, de cualquier año, pero el local es el mismo. Lleva décadas frente a la plaza de los emblemáticos caballos. Es el Café Iruña. Y aunque hace algún tiempo este tradicional local cerró sus puertas, el próximo 1 de marzo los cafés, las cervezas o las olivas volverán a ser los protagonistas de esta esquina que une la plaza de los Luceros con la calle Alfonso el Sabio.
Y es que este local vuelve a la carga, renovado y con las pilas cargadas, como si el cierre hubieran sido unas reparadoras vacaciones de verano, y, sobre todo, regresa con una imagen diferente y moderna, pero manteniendo la esencia de lo que ha sido el Iruña.
«Queremos mantener el estilo de siempre, la misma línea de ese bar emblemático, de toda la vida, de tomar algo en la barra y servilleta en el suelo», explica Eli Antolín, alma mater de la nueva puesta a punto de este reconocido establecimiento de hostelería.
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Unos cambios que van a toda máquina estas últimas semanas. «Hemos cambiado la barra de sitio, ahora la cocina es más grande», afirma Antolín. Aunque eso sí, hace mucho hincapié en que esos serán los mayores cambios pues la idea es mantener el Iruña de toda la vida, el que han vivido generaciones y generaciones de alicantinos.
Pronto, nada más echemos el cierre a febrero, los desayunos y aperitivos volverán a llenar este rincón de la ciudad de Alicante. . Tras la barra y los fogones estará el grupo Pis Pas que, además de este local, cuenta con otra cervecería en esta céntrica plaza por excelencia. Un lugar de paso obligado para alicantinos y turistas en su paseo por la capital.
Así que, un día cualquiera, de un mes cualquiera, de un año cualquiera, este local recuperará ese papel de balcón desde el que observar el latir de la ciudad, del Alicante moderno que respira vida, de quienes corren a coger un bus en pleno centro o de los que se acercan a Luceros para una foto bajo la fuente de los caballos. Todo ello, eso sí, con un café sobre la mesa, en el nuevo tradicional Café Iruña.
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