El mítico restaurante Astorga echa el cierre tras 42 años en Alicante

Muchos son los sentimientos que han aflorado este sábado 30 de diciembre entre los clientes y los ocho trabajadores que ofrecen los servicios en las tres salas que tiene el Astorga -la principal con su barra y cinco mesas, y otros dos salones-. Por una parte, la pena se ha hecho visible porque el Astorga baja la persiana tras más de cuatro décadas. Pero por otro lado, también se ha percibido alegría por Luis y Abilio. Lo han dado todo por Alicante y los suyos se lo han recompensado arropándoles en el último día.

El emocionante día ha dado para muchas bonitas imágenes. Incluso para un susto. Uno de los clientes ha sufrido una indisposición. Los servicios sanitarios han llegado al establecimiento en apenas cinco minutos y han atendido al hombre. Afortunadamente, solo ha sido un susto y el adiós del Astorga ha podido continuar sin sobresaltos.

Paqui es cliente habitual desde prácticamente su inauguración. Para la jubilada, el Astorga es más que un restaurante, es «una familia». Llevo «cerca de 40 años viniendo a diario; lo que la gente ve un bar yo lo siento como mi casa», señala visiblemente emocionada. Paqui viene con su hija, María Teresa, que trabaja en Barcelona para RTVE. A diferencia de su madre, no ha podido ir a diario porque vive fuera, pero cada vez que baja a Alicante su visita al Astorga es obligatoria.

También lleva media vida pasando a diario por los tres salones que han agasajado a una infinidad de clientes Evelin, la propietaria del gimnasio Daymio, a escasos metros del Astorga. La empresaria lamenta el cierre, pero entiende que Luis y Abilio se lo merecen. «Llevan 42 años en un trabajo que te exprime, se merecen descansar. Solo podemos agradecer lo que nos han dado durante estos años».

Otra de las clientas que va a extrañar mucho a los hermanos leoneses y su famoso cocido es Raquel, que regenta una imprenta, ubicada también a escasos metros del emblemático bar. «Los momentos que hemos vivido en el Astorga son inolvidables».

Los habituales se preguntan dónde irán ahora. Les tocará buscar un nuevo bar de confianza, pero no será fácil. Encontrar un restaurante donde te encuentres donde, entre tapas, gastronomía e historietas, te encuentres como en casa no es tarea fácil. Mientras, Abilio y Luis «disfrutarán de la vida» gracias a su merecida jubilación. Luis se quedará en Alicante y Abilio aprovechará para hacer más visitas a León. El Astorga se recordará siempre.