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Aumentan los conflictos y disputas sobre la acera entre viandantes y ciclistas. ¿El motivo? Los matorrales que 'okupan' las baldosas peatones de un tramo de la calle Fiestas Populares y Tradicionales del Pau 2-La Torreta de Alicante.
Pepa y Toño salen a pasear cada tarde. Solo varían el horario durante el fin de semana, cuando toman rumbo por las mañanas. Aunque el final del recorrido cambia, su punto de partida es el mismo: toman la avenida Deportista Isabel Fernández hasta cruzar por Fiestas Populares y Tradicionales.
Lo hacen con la intención de enfilar varias rutas: a la Universidad de Alicante, al parque Lo Morant o la plaza de toros, por las avenidas de Novelda y Alcoi. En cada una de ellas, viven la misma situación en este tramo de conflicto por los matorrales.
«La vegetación ha crecido tanto que se mete en la acera y nos obliga a caminar de uno en uno o invadir el carril de bicis, que es lo único que respetan», denuncia Pepa, esta vecina del Pau 2-La Torreta de Alicante.
Esta mujer denuncia varios episodios de disputa con los ciclistas que circulan tras ellos. «Interrumpimos su marcha mientras pasamos este tramo», reconoce mientras enumera distintos improperios que ha recibido. «Por más que pedimos disculpas, no lo entienden».
Esta pareja no es la única que vive la situación día tras día. Lo mismo sucede con padres y madres que pasean con el carrito de bebé. «No nos queda otra que meternos en el carril bici y más de uno va tan rápido que casi se estampa, no frenan», relata Javier, otro vecino de este barrio.
Son varios días los que aprovecha esta amplia manzana que conecta la vía parque con distintas partes del Pau 2 y el barrio de San Agustín para tomar el aire y pasear con su hija. Sin embargo, «cuando llego a este tramo paso miedo porque no sé qué puede pasar».
En distintas ocasiones, este vecino ha intentado pasar «lo más separado» del carril bici, pero el roce con los matorrales que invaden la acera «entorpecen la circulación del carrito porque se enganchan con las ruedas y rozan con la capota».
Estos tres vecinos, en distintas conversaciones, denuncian este tramo invadido por matorrales mientras temen que la vegetación continúe creciendo y esparciéndose por esta vía, sin dejar paso a los peatones. «Vamos a tener aquí un jardín botánico a este ritmo».
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