Barcala plantea un rediseño para la estación intermodal de Alicante

Barcala ha asegurado que es el momento de valorar estos aspectos en el pormenorizado del plan urbanístico que ya cuenta con el visto bueno de la Conselleria de Infraestructuras. El primer edil ha explicado que, junto a la Generalitat Valenciana y Renfe, se están estudiando diferentes alternativas. La falta de concreción ha sembrado más dudas que certezas, pues como ha insistido el regidor, se trata de abrir el modelo de movilidad en la zona sur.

La aprobación del plan OI/2, que cubre toda la zona comprendida entre la Vía Parque y el Parque Central, ha servido de puerta para que el alcalde planteara ante los ediles de gobierno y de la oposición esta opción. «La Generalitat apostó por una macroestación del Tram y nos pareció que no tenía mucho sentido teniendo una a 150 metros», ha comenzado diciendo en referencia a Luceros.

El popular ha compartido una reflexión ante los medios y los concejales que se han dado cita en el salón azul del Ayuntamiento de Alicante, que ha desencadenado numerosos interrogantes, pues, además del debate sobre el tranvía, ha cuestionado el modelo previsto inicialmente por la carga de tráfico que puede suponer contar con una estación de autobuses en el centro.

«Hasta qué punto es conveniente dirigir más tráfico de autobuses a esa zona», se ha preguntado el alcalde alicantino. «Es una cuestión de pegarle una pensada», ha detallado y ha anunciado que esa idea se traducirá en una «consulta pública» a la ciudadanía.

Barcala ha hablado de dos y tres alternativas para la ubicación de una estación que cabe recordar tiene la catalogación actual de provisional en el puerto de Alicante. A preguntas de los medios de comunicación, el alcalde no ha precisado las diferentes localizaciones, pero sí se ha abierto a que se pueda construir fuera de este desarrollo urbanístico, es decir, fuera del centro.

En ese rediseño, además, ha incluido como clave las próximas obras de la avenida Aguilera que da acceso a Renfe. La reforma de la vía urbana se ve por parte del PP como un factor relevante en la eliminación futura de tráfico en la zona. Barcala ha señalado que es pronto para hablar de plazos y ha vuelto al punto de partida de estudio y análisis.

La ciudad de Alicante lleva más de dos décadas sin lograr la intermodalidad que otras ciudades turísticas de primer orden tienen. Junto a la falta de conexión con el aeropuerto, la estación de trenes y todo el diseño del soterramiento de vías se ha convertido en un proyecto eterno. Su falta de concreción ha supuesto que las propuestas sobre esta amplia extensión de metros diera lugar a confrontaciones entre las diferentes administraciones. Este verano, con el visto bueno de la Generalitat, el plan urbanístico veía cierta luz; pero las declaraciones del alcalde evidencian que el modelo está sin definir y que el proceso sigue lejos de convertirse en una realidad en el corto plazo.

El diseño del Parque Central y toda la parte de las conexiones sigue pendiente de la resolución de tres problemas: la prolongación del Tram desde Luceros hasta la estación de Renfe; la reubicación de la estación de autobuses y todo el desarrollo de la nueva zona urbana que se crea con el soterramiento de las vías. En cualquier caso, ha quedado claro que las propuestas vistas hasta la fecha vuelven a la casilla de salida, si se atiende a las palabras del alcalde.

Al margen de este punto, el alcalde ha comenzado el balance con una relación de obras y actuaciones que se han puesto en marcha desde el pasado 17 de junio. «Me siento sumamente satisfecho», ha concluido tras enumerar los hitos que ha considerado destacados.

En el capítulo de logros, cuatro apuntes: obras, nueva contrata de limpieza y residuos; nuevo personal para reforzar áreas como la Agencia de Desarrollo Local o Servicios Sociales y una ronda de contactos con las consellerias y Presidencia. En el primer punto, Barcala ha sacado pecho de la reforma del frente litoral (calle Conde de Vallellano) que se hizo en tiempo y forma y ha citado las del eje Marvá-Gadea y Ramón y Cajal. Estas, por el contrario, sí acumulan retrasos. No obstante, Luis Barcala ha puesto el acento en la plantación de 600 nuevos árboles.Respecto a la contrata de la limpieza, ha avanzado que, en breve, se instalarán un millar de contenedores nuevos, de los 7.000 previstos para los próximos seis meses.

En el balance, ha querido citar el nuevo concurso de servicios de autobús público, con nuevas líneas y un crecimiento de pasajeros. En el ámbito social, Barcala ha reparado en la asistencia de más de 750 menores a la escuela de verano o el realojo de 16 familias vulnerables en viviendas municipales.

Entre la actualidad y las previsiones, el alcalde alicantino situó la importancia y el impacto positivo de los cruceros que han permitido la llegada de 220.000 turistas este año. Para 2024, el Ayuntamiento espera superar la barrera de los 300.000 cruceristas.

En clave interna, el popular ha anunciado que, en breve, una reorganización de la estructura administrativa del consistorio, lo que implicará la aplicación de la carrera profesional. Esta medida implicará que el gobierno municipal llevará adelante un acuerdo con los sindicatos para pactar importes, plazos y los factores de desarrollo en la plantilla.

El balance de los 100 primeros días de gobierno del PP en Alicante ha tenido una rápida respuesta por parte de la oposición. Desde Vox a Esquerra Unida han coincidido en hablar en términos de una realidad diferente a la presentada por Luis Barcala.

Para el portavoz de Compromís, Rafa Mas, «no sabemos si el alcalde vive en un mundo real o nos miente a todos». El edil ha dicho que le «preocupa» que aún no sepa qué hacer con la intermodal, porque está en juego una inversión de 132 millones . «Llevamos 20 años», ha sentenciado. Mas «nos preocupa la transformación urbana que ve, cuando solo hay obras con retrasos de seis a ocho meses con sobrecostes».

En términos similares se ha manifestado Manolo Copé. El portavoz de Esquerra Unida -Podem ha calificado de «autobombo» la comparecencia de Barcala y ha criticado que la ciudad está «lejos de ser la Alicante del futuro». Copé ha lamentado que el dirigente del PP se olvida del tejido social interno y externo y venda como gestión algo que pertenece al «lógico funcionamiento del Ayuntamiento».

Desde las filas de Vox, a Mario Ortolá le ha sorprendido una serie de anuncios como los relativos a la movilidad, donde acusó al PP de «dar bandazos». En su opinión, el gobierno municipal «está ocultando la zona de bajas emisiones como ya hizo con las obras antes de elecciones».

Por último desde el grupo municipal socialista, Ana Barceló ha dicho: «Estamos estupefactos» en referencia a la estación intermodal y ha ligado el nuevo planteamiento del alcalde a la «bajada de impuestos que ha anunciado el presidente de la Generalitat. Mazón, ¿renuncia a ingresos y ahora no hay fondos para ejecutar la intermodal de Alicante? Es indignante».