Alicante busca suelo para instalar nuevos hoteles

El casco urbano consolidado, lo que viene a ser el centro de la ciudad, está ya más construido. Apenas hay suelo para nuevas edificaciones y el que se encuentra tiene la pega de que está a precio residencial, lo que frena las inversiones de las cadenas hoteleras en Alicante.

La única opción que se puede encontrar sería la reforma de inmuebles para destinarlos a uso hotelero. Pero tampoco en la ciudad es que hayan demasiados inmuebles emblemáticos vacíos para crear establecimientos singulares. El último, abierto hace unos años, es el Marriot Casa Alberola, en el edificio del mismo nombre en la glorieta de Canalejas.

Por este motivo, la consellera de Turismo, Nuria Montes, se ha reunido con el acalde de Alicante, Luis Barcala. La estrategia turística de Alicante pasa por posibilitar la llegada de inversión hotelera, atraer a más cadenas para que abran sus establecimientos en la ciudad. Así se ha expresado Montes.

Mientras llega, Ayuntamiento y Generalitat arbitrarán fórmulas para adecuar los actuales hoteles de la ciudad y auparlos en la clasificación. «El objetivo es posicionar Alicante es el segmento de Cinco Estrellas Gran Lujo», ha dicho Montes. Una iniciativa sería las bonificaciones fiscales para reformas y actualizaciones de los establecimientos ya presentes, aunque todo ello se debatirá en una mesa de trabajo bilateral entre ambas admnistraciones.

Alicante es el tercer destino turístico de la Comunitat Valenciana, detrás de Benidorm y Valencia, según ha explicado la responsable turística autonómica. En la actualidad, la ciudad dispone de 7.300 plazas hoteleras, muy lejos de las 40.000 que tiene la capital de la Costa Blanca y hasta de las 17.000 con los que cuenta la capital autonómica.

La Generalitat Valenciana apuesta en Alicante por abrir hoteles frente al negocio de los apartamentos turísticos, que sí que han proliferado los últimos años. La normativa urbanística municipal obliga que sean bloques enteros los que se destinen al alojamiento, por lo que no se pueden sacar a mercado viviendas individuales, con lo que se pretende proteger a los vecinos de molestias innecesarias.