Salvan la vida a un niño de 10 años que perdió el conocimiento mientras se bañaba en una piscina de Salinas
La rápida actuación de familiares del menor y agentes de la Guardia Civil fue clave para mantenerlo con vida hasta la llegada del equipo médico, que lo estabilizó y lo trasladó al hospital
Agentes de la Guardia Civil han colaborado en salvar la vida de un niño de 10 años que perdió el conocimiento mientras se bañaba en una piscina de Salinas. Gracias a que tanto los familiares como los uniformados tenían conocimientos en materia de primeros auxilios, consiguieron mantenerlo con vida hasta la llegada del equipo médico que estabilizó al menor y lo trasladó al hospital, según han informado desde la Comandancia de Alicante.
El sucesos ocurrió el pasado 17 de julio, cuando efectivos del Instituto Armado de Sax fueron alertados por una ciudadana, vecina de Salinas, porque habían sacado a su hermano pequeño del fondo de la piscina, que estaba inconsciente y respiraba con mucha dificultad.
La patrulla localizó la vivienda de inmediato y a su llegada, encontraron que el menor, aunque tenía pulso y respiraba, parecía tener alguna obstrucción, ya que se percibía el aliento tan débil, que podía ser insuficiente para una correcta oxigenación, relatan fuentes de la intervención.
Los adultos explicaron a la Benemérita que la familia se encontraba en la piscina y los niños se estaban bañando cuando, en un momento dado, se dieron cuenta de que el pequeño, que se había sumergido, no salía a la superficie.
Tras ello, se tiraron a por él y lo sacaron del fondo ya inconsciente. Le realizaron una maniobra de reanimación cardio pulmonar, logrando que expulsara gran cantidad de agua y comenzara a respirar, si bien, no lograban que lo hiciera con normalidad.
Cánulas de Guedel
Mientras trataban de estabilizarlo, uno de los dos agentes de la Guardia Civil se percató de que podía estar teniendo un ataque epiléptico y que, mientras convulsionaba, se estaba mordiendo la lengua, siendo esto lo que impedía que el aire traspasara las vías respiratorias, así que corrió hasta el vehículo oficial a por unas cánulas de Guedel (un tubo de plástico que, introducido en la boca de la víctima mantiene abiertas las vías respiratorias impidiendo que la lengua y musculatura faríngea obstruya el paso del aire) que portaba en un botiquín de primeros auxilios, colocándole una al menor y consiguiendo que se mantuviera respirando hasta la llegada de los servicios sanitarios.
Una vez que el equipo médico llegó al lugar, consiguieron estabilizarlo y fue trasladado en un helicóptero hasta el Hospital Universitario y Politécnico la Fe de Valencia, dónde permaneció ingresado dos días.
Afortunadamente, el pequeño ya se encuentra en su casa, dónde se recupera de lo ocurrido y este jueves acudió a visitar a los agentes en el Cuartel de Sax. Su madre ha escrito una carta de agradecimiento a los agentes en la que destaca, además de su profesionalidad, el cariño y cercanía que mostraron durante la actuación.