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Javier Martínez
Alicante
Miércoles, 5 de junio 2024, 16:25
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La Policía Nacional investiga la autoría de la brutal agresión con ácido que sufrió un ciudadano ucraniano en una calle de Benidorm. La víctima fue trasladada con urgencia al Hospital Marina Baixa de La Vila Joiosa, donde ingresó con quemaduras muy graves en la cara después de que fuera atendida por un equipo del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU).
El agresor, un hombre corpulento que llevaba guantes y una gorra, arrojó el líquido corrosivo a la víctima y emprendió la huida a pie mientras un testigo llamaba al teléfono de emergencias 112 para pedir una ambulancia.
Cuando las primeras patrullas policiales llegaron al lugar, la víctima apenas podía articular palabras debido al dolor que le causaban las quemaduras. La única frase que lograron entender los agentes y sanitarios que asistieron al ciudadano ucraniano fue: «Mafia narco persigue por toda Europa».
La víctima no hablaba español ni inglés, motivo por el que los policías que intervinieron no pudieron obtener más datos sobre el móvil de la brutal agresión. La investigación de la Policía Nacional baraja como móvil de la agresión un posible ajuste de cuentas relacionado con un asunto de drogas, aunque el primer aviso que recibió el 112 alertaba de un robo con una persona herida.
Los graves hechos sucedieron el pasado 26 de mayo en la calle Dos Calas de Benidorm. La víctima sufrió quemaduras de tercer grado con una superficie corporal afectada menor del 10%, concretamente en una mejilla y un ojo, según informaron fuentes sanitarias.
El 1 de agosto de 2011, el propietario de una gestoría de l'Alfàs del Pi sufrió también quemaduras de tercer grado al ser agredido con ácido por un individuo desconocido en la zona de l'Albir. La víctima se dirigía a su establecimiento cuando le atacó un hombre de mediana edad, al que no pudo identificar, y la investigación también barajó como móvil de la agresión un posible ajuste de cuentas.
Las agresiones con ácido buscan causar un daño físico y moral, ya que desfiguran la cara de la víctima con lesiones que quedan para toda la vida, o que mejoran tras varias operaciones quirúrgicas.
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