Persecución temeraria entre calles y urbanizaciones de dos pueblos de Alicante
Agentes de dos municipios tuvieron que colaborar para detener al conductor
Persecución temeraria entre calles y urbanizaciones entre los municipios alicantinos de Rojales y Guardamar del Segura. Al final, policías de ambas localidades consiguieron detener al conductor tras una carrera que se prolongó durante cerca de 10 kilómetros en calles y varias carreteras del primer término municipal y que se inició tras recibir denuncias vecinales que alertaban de un vehículo circulando a «gran velocidad».
Al conductor se le considera presunto autor de delitos de desobediencia grave a agentes de la autoridad y contra la seguridad vial, según ha informado el Ayuntamiento de Rojales en un comunicado.
Los hechos ocurrieron cuando dos patrullas controlaban la circulación en una de las principales avenidas de entrada de la urbanización Ciudad Quesada, en Rojales, tras haber recibido varias denuncias vecinales que alertaban de vehículos que circulaban a «gran velocidad». Durante ese patrullaje, los agentes escucharon cómo un turismo de gran cilindrada produjo un «gran acelerón».
Según les trasladaron los vecinos, algunos de ellos tuvieron incluso que apartarse de su trayectoria para evitar sufrir daños. Los agentes iniciaron una persecución para dar alcance al turismo y en la que llegarona poner en peligro su propia integridad física, según el consistorio.
El vehículo circuló a gran velocidad por la urbanización de Ciudad Quesada, para posteriormente recorrer la CV-905, AP-7 y CV-91 y hacer caso omiso «en todo momento» a las indicaciones que le realizaban los agentes con las señales luminosas y acústicas de las dotaciones policiales.
Además, adelantó a varios vehículos por ambos lados, por lo que infringió toda normativa de tráfico. La persecución finalizó gracias al «rápido dispositivo» que se movilizó en el acceso a la localidad de Guardamar del Segura. En colaboración con la Policía Local de ese municipio, se pudo crear un embudo de tráfico para proceder a la inmovilización del vehículo.
Tras las persecuciones, se procedió a la detención del conductor del vehículo, cuyo coche fue retirado y puesto a disposición judicial. El conductor fue detenido y se remitieron las diligencias al juzgado.
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