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Nueve años y tres meses de prisión. Esa es la pena a la que se enfrenta un fugitivo alemán por secuestro y toma de rehenes durante el asalto a una vivienda en 2021. El prófugo fue localizado el pasado marzo en Rojales y, tras varios meses de prisión preventiva, se ha materializado este viernes su extradición al país germano desde el aeropuerto de Alicante-Elche.
El ciudadano alemán tenía una colección de delitos en la orden de búsqueda internacional: secuestro, detención ilegal y toma de rehenes, robo organizado a mano armada, chantaje y extorsión de fondos. De hecho, el prófugo llegó incluso a modificar su aspecto para que no fuese fácil encontrarlo, hallándolo en una cafetería de Rojales, localidad donde se encontraba escondido.
Tras recibir la orden de detención en España, la Policía Nacional investigó el caso y logró capturar en marzo de este año al presunto autor de los hechos. El fugado tomaba gran cantidad de medidas de seguridad. Tras su detención, el prófugo fue ingresado como medida cautelar en el Centro Penitenciario de Alicante I – Cumplimiento donde, en virtud del auto del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, se dispuso mantenerse la medida cautelar de prisión provisional mientras se materializaba la entrega efectiva del reclamado.
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Tras varios meses el fugitivo fue excarcelado y extraditado a Alemania, tal y como dicta la orden de detención, siendo entregado por efectivos de la Policía Nacional a las autoridades teutonas en la terminal de El Altet, señalan fuentes policiales. Los agentes germanos se desplazaron a España en un avión bimotor de la policía y establecieron fuertes medidas de seguridad sobre el arrestado para evitar su fuga, ya que tiene antecedentes en Alemania de haberse enfrentado a las fuerzas especiales del país.
Según detallan las autoridades alemanas en la orden de detención, los hechos sucedieron en 2021, en el mes de agosto en la localidad de Hamm. El fugitivo, junto con tres coautores, todos ellos enmascarados, entraron por la puerta de la terraza de madrugada a un domicilio con los moradores durmiendo. Tras amenazar con armas al matrimonio, les ataron, les metieron en un armario y amenazaron con predender fuego a la casa con ellos dentro.
Tras entrar al inmueble, los asaltantes se dirigieron al dormitorio del matrimonio, poniéndole una pistola en la cabeza al varón mientras le tapaba la boca y le hacían entender que no gritase. Tras ello les ataron y les amenazaron de muerte si no les decían donde estaba la caja fuerte. De hecho, mientras llevaban a cabo el robo causaron varias heridas a la mujer con unas tijeras que le pusieron en el cuello.
Los asaltantes consiguieron el siguiente botín: 2 monedas de oro, 10 lingotes de plata, más de 4.000 euros en efectivo, un reloj de alta gama valorado en más de 20.000 euros y una caja fuerte, junto a otros efectos de gran valor. Antes de abandonar el domicilio encerraron a las víctimas en el dormitorio y, tras pedirles gasolina, les amenazaron con quemar la casa.
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