Los Martinelli de Feijóo
La sorna del gallego dio para mucho durante su visita a Elche este viernes
Ya saben que a este cotorra le encanta echar sus alas a volar por doquier y más si donde le toca posarse es en Elche, ciudad de las palmeras y de tantas cosas sabronas y salerosas. Me cuentan de la visita del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a la fábrica de Pikolinos, en el Parque Empresarial de Torrellano, donde el gallego repartió sonrisas y buen rollo con los hermanos Perán, tan agradables como siempre.
A la puerta le esperaban los hermanos Perán: Juanma, Carolina y Rosana, junto a Pablo Ruz y su inseperable Caludio Gilabert, todos etiquetamente formales pese al calorazo que hizo el viernes. Tanto, que fue un gustazo para muchos ver al presidente sin corbata, lo que permitió relajar el protocolo y que más de uno se deshiciera el nudo.
Feijóo repartió sonrisas y gestos cariñosos, como no puede ser de otra forma, menos estando en campaña. El gallego bien contento que se mostró nada más entrar cuando reconoció que, en su armario, tiene a buen recaudo un par de Martinelli, una de las marcas de Pikolinos. Calzado cómodo y fresco para los kilómetros que le esperan a Feijóo hasta las elecciones.
Lo que seguro no le resultó tan fresco fue ese pedazo de 'arrós a costra' (gallegizando el nombre) con el que almorzó. «Me han dicho que es plato muy ligero, casi como un caldo, y de fácil digestión», dijo con sorna y con 30º en la calle. Esta cotorra prefirió ponerse en un lugar bien fresquito.
Macarena Olona, cofrade de honor de El Morenet
Una de las favoritas de esta cotorra, ya saben, es Macarena Olona, la ex de España. Pero es que esta chica siempre está a colación. Cuando no es porque se la vea en el tardeo es porque muestra su amor a Hannibal Laguna. Que dice esta cotorra que ya era hora de que Alicante le hiciera un guiñito.
Ha sido la Hermandad del Cristo de El Morenet, la marinera cofradía del Raval Roig, que la ha nombrado cofrade de honor a Macarena Olona. Un detallazo que recibió la abogada del Estado con mucho honor.
Ahora, esperamos verla en la salida del Morenet este Lunes Santo en las escaleras de la ermita del Raval Roig. A ella y muchos alicantinos, fieles devotos de este paso y que no se pierden la tan complicada como bella salida de la imagen de su templo.
La Revolución Cultural China llega al MARQ
La llegada de los Guerreros de Xi'an no fue la única aparición que sorprendió el pasado martes durante su inauguración en el Museo Arqueológico de Alicante. Fueron decenas de personas las que acudieron a la inauguración, cada una de ellas con su cargo. En especial, fue una de ellas las que copó, por última vez en físico, las miradas de los que han sido sus compañeros de corporación y autoridades pertinentes.
En efecto, la diputada no adscrita, Julia Parra, hizo una aparición estelar en el MARQ para inaugurar los Guerreros de Xi'an. Referida en todo momento como «diputada», porque «es lo que es y es la que trajo a los chinos», explicaron a esta cotorra fuentes cercanas a la santjoanera; no se separó ni un solo segundo del presidente Carlos Mazón, con quien permaneció durante la recepción de autoridades.
Fueron muchas las caras -a pesar de que su aparición allí estaba más que prevista- que mostraban sus dudas a la hora de saludar a Parra. La suya llegó después cuando se vio alejada de todos los privilegios que ostentaba el cargo de vicepresidenta primera de la Diputación y diputada de Cultura y Transparencia. Y es que le tocó sentarse en la segunda final, lo más alejada posible del centro. Igual que ocurrió con su excompañero de partido Javier Gutiérrez. Ambos se sentaron enfrentados, cada uno en una punta, controlando el perímetro de la fila.
Quizá el 'sitting' esto estuvo previsto para facilitar su salida al escenario para deleitar al público con su 'última lectura'. Frases leídas de dos en dos -porque así daba tiempo a traducirlas- alabando las bondades de Mazón, sus confidencias y maniobras en lo que duró el pacto de lesgislatura, así como el esfuerzo por traer esta exposición única a Alicante.
Sin embargo, el choque vino dado unos minutos antes, en pleno minuto de silencio. Julia Parra ataviada con un dos piezas rojo -como si de una oda a la Revolución Cultural China se tratase- no tuvo más remedio que alejarse del presidente de la Diputación y colocarse entre la oposición, por querer permanecer en primera fila.
Entre Toni Francés, líder del PSOE en la institución provincial, y Araceli Poblador, subdelegada del Gobierno en Alicante, estuvo su sitio. ¿Es esto quizá una llamada de atención al PP para acceder con inmediatez a sus filas? ¿O es que Parra está escuchando ofertas en caso de un tercer Botànic? Será el 28 de mayo el que dé la respuesta, pues ya saben que en China el rojo es color de la buena suerte.