Con una trayectoria académica envidiable, un método obsesionado por la medida y la costumbre de convertir intuiciones en protocolos, Aldo Martínez -conocido profesionalmente como el Doctor Aldo- ha pasado de formar a bomberos y policías a diseñar rutinas que sostienen títulos mundiales. Desde Alicante, firma éxitos. Entre ellos, el Premio Alicantinos 2025, que le concederá este diario el próximo 19 de noviembre.
Publicidad
En el relato moderno del deporte de élite suele primar la épica del golpe que tumba, del sudor que llama a los titulares. Pero detrás de muchas victorias hay una arquitectura que no se ve: programación, control de la carga, recuperación, datos y repetición. Ese diseño lo firma, muchas veces, Aldo Martínez.
Nacido y formado en Alicante, con dos doctorados y una trayectoria académica poco habitual entre los preparadores de alto rendimiento, Martínez se ha convertido en una pieza clave del ascenso de figuras como Ilia Topuria, campeón de la UFC. Y no solo eso, su lista de pupilos incluye nombres tan distintos como el futbolista campeón del mundo Raúl Albiol o el boxeador olímpico José Quiles, lo que le convierte en un referente transversal del rendimiento en España.
Más sobre el Doctor Aldo
La historia profesional de Aldo responde a la de un técnico que lleva la ciencia bajo el brazo. Magisterio en Educación Física, Psicopedagogía, licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y dos doctorados cum laude -uno en Ciencias del Deporte y otro en Ciencias de la Salud- forman el esqueleto de su autoridad. Esa base le permitió saltar de preparar opositores, bomberos y policías a diseñar planes para deportistas de élite con la misma lógica: medir, controlar y adaptar.
Esa formación se traduce en una máxima que repite y aplica: «Entreno personas, no cuerpos». Es una frase corta que contiene una ética, cada individuo requiere un mapa propio de cargas, tolerancias y estrategias de recuperación. Y en un deporte como las MMA, donde el margen entre estar en forma y estar fresco para la noche de la pelea puede ser ínfimo, esa personalización marca la diferencia.
Publicidad
Su laboratorio no es solo material. Cámaras de crioterapia, dispositivos para medir la carga neuromuscular y sistemas de análisis de video conviven con una parte intangible pero decisiva: educación y entrenamiento mental. Para Aldo Martínez, el rendimiento no se sostiene sin higiene del sueño, hábitos y estrategia mental. Dedica tiempo a enseñar al deportista a entender su cuerpo, a gestionar el miedo y las expectativas, a periodizar la motivación.
Esa combinación -tecnología aplicada más formación del deportista- es uno de los sellos de su trabajo. No ofrece atajos; propone procesos. Y, sobre todo, deja herramientas en manos del atleta para que sigan funcionando cuando el preparador no está presente.
Publicidad
Autor y divulgador
La vocación por sistematizar su método ha encontrado salida editorial. En 2024 publicó 'Optimízate. Lo único imposible es aquello que no intentas', un texto que recoge parte de su experiencia y enfoque práctico. El libro condensa principios de entrenamiento, recuperación y mentalidad, una pieza que ayudó a popularizar su discurso fuera del gimnasio.
Pero hay más. El Doctor Aldo prepara un segundo libro, esta vez con un enfoque claramente práctico y orientado al entrenamiento. Esta nueva entrega, de la que no puede adelantar el título, confirma su intención de no limitarse a intervenir en el rendimiento de unos pocos, sino de dejar procedimientos que puedan ser replicados y adaptados por otros profesionales.
Publicidad
Alicante, punto de partida
Que su base esté en Alicante no es una anécdota ornamental: funciona como sello. En una escena donde la concentración de recursos suele ubicarse en grandes capitales, el caso de Aldo convierte a una provincia del Levante en un centro de pensamiento aplicado al deporte, sin dejar atrás el recorrer la península.
Mantener la base en su ciudad natal, a la que tanto quiere, refuerza la idea de que la excelencia no necesita desplazarse lejos para desarrollarse; puede germinar y proyectarse desde fuera de los circuitos habituales.
Publicidad
Además, su trayectoria tiene un efecto espejo. Jóvenes entrenadores alicantinos ven en su figura una ruta posible, no un ejemplo inalcanzable. La provincia gana, por tanto, en capital simbólico.
Si el título de campeón suele celebrarse con fuegos de artificio, la obra de Aldo Martínez se parece más a un proyecto de arquitectura: cimentación profunda, planos, materiales probados y mantenimiento constante. Desde Alicante, este arquitecto del rendimiento ha demostrado que la mezcla de formación, curiosidad científica y disciplina es una fórmula válida para construir carreras deportivas sostenibles. No promete milagros; diseña cimientos. Y en el deporte moderno, eso puede ser la diferencia entre una estrella fugaz y un campeón duradero.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión