Borrar
La taurina está presente en la leche y en muchos otros alimentos además de estar presente de forma natural en nuestro cuerpo. Fotolia
¿Una proteína para retrasar el envejecimiento?

¿Una proteína para retrasar el envejecimiento?

Un estudio que se publica este jueves en la revista 'Science' apunta a que la taurina mejora la longevidad en ratones y la salud de los monos

Jueves, 8 de junio 2023, 20:05

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El envejecimiento es uno de los grandes misterios de la biología. Nos ocurre a todos los seres vivos, pero, por sorprendente que parezca, los científicos no han dado con la causa exacta. Hay varias teorías que tratan de explicarlo. Una apunta al desgaste y a los errores en el ADN. Cuando las células se dividen y replican, se pueden generar errores de copia que acaban dañando al propio ADN y dar lugar a enfermedades como el cáncer o el Alzheimer. Otra apunta a la reducción de la telomerasa, una enzima que ayuda a mantener la longitud de los telómeros, unas estructuras situadas en los extremos de los cromosomas. Con el paso de los años, la longitud de estas capas protectoras se acorta, lo que propicia errores de copia que dan lugar a patologías relacionadas con la edad. «Ninguna teoría funciona el cien por cien, es una suma de todas ellas», confirma Patricia García Gallastegi, profesora de Fisiología en la Universidad del País Vasco.

Se sabe que la actividad física, una alimentación sana y alejarse del alcohol y el tabaco ayudan a que este proceso inevitable se ralentice. Vida quizás más aburrida, pero más larga y saludable, que es lo que buscan los médicos. Mientras tanto, la investigación en busca del ansiado elixir de la eterna juventud sigue adelante. En esta dirección apunta un estudio que se publica este jueves en la revista 'Science' en el que se demuestra que suministrar taurina a gusanos, ratones y macacos ayuda a frenar esta cuesta abajo. «La disminución de la taurina circulante es una característica del envejecimiento en múltiples especies, incluidos los humanos, con niveles cayendo hasta un 80% durante la vida», destacan.

La taurina es un aminoácido -los componentes que forman las proteínas; «pensemos en un andamio. Si este es la proteína, los aminoácidos son las barras que lo componen», aclara la profesora de la UPV/EHU- que está presente de forma natural en nuestro cuerpo. Una persona de unos 70 kilos tiene aproximadamente 70 gramos en su cuerpo. También se encuentra en alimentos como las carnes rojas, el pollo, el pavo, el pescado, el marisco, la leche de vaca, los huevos y en fórmulas para lactantes. «La utilizan los deportistas porque aporta energía y ayuda a la recuperación, como la creatina», añade la experta de la UPV/EHU. Y es uno de los principales ingredientes de las bebidas energéticas.

Aumento de la esperanza de vida y mejora de la memoria

Los resultados de las pruebas en los mencionados animales fueron llamativos. En el caso de los gusanos, su esperanza de vida se incrementó entre un 10 y un 23%. En los ratones se apreciaron mejoras en la fuerza, coordinación y la memoria, así como la atenuación de síntomas de envejecimiento celular. Y en los simios tuvo un efecto positivo en los huesos y en sus defensas. ¿Se podría aplicar en los seres humanos? Los autores se muestran prudentes. «La suplementación con taurina con el objetivo de mejorar la salud humana y la longevidad debe abordarse con precaución, especialmente porque las dosis a suministrar serían muy altas», aseguran.

No en vano, los investigadores no saben exactamente cómo provocó estos efectos. Manejan tres posibilidades. Una sería por su interacción con las sales biliares, un «conjunto de moléculas que influyen en la absorción de nutrientes en el aparato digestivo», aclara la profesora Gallastegi. Al añadir esta sustancia, las mencionadas sales adoptarían una morfología diferente que afectaría a la captación de los nutrientes de los alimentos. Otra vía sería a través de su efecto en las mitocondrias, los 'motores' que proporcionan energía a las células. En este caso, producirían unas proteínas que frenarían el estrés oxidativo, «unas moléculas que dañan nuestro cuerpo». Este estrés no está ligado directamente al envejecimiento, pero sí a algunas patologías relacionadas con este. La última posibilidad tiene relación con los neurotransmisores, los mensajeros químicos que transmiten las señales entre las neuronas. La taurina afectaría a los receptores de la glicina, otro aminoácido, lo que incrementaría el impulso nervioso y beneficiaría así a la memoria.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios