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A diferencia del hombre, en la mujer la edad es el principal factor que limita la capacidad reproductiva. Se estima que a partir de los 40 años de edad la probabilidad de quedarse embarazada desciende drásticamente, y es que si la infertilidad afecta al 11% de las mujeres a los 35 años, el porcentaje asciende hasta el 87% llegados los 45. Este fenómeno viene determinado por la reserva ovárica de la mujer, la cual se va perdiendo progresivamente con la edad.
El número de ovocitos (células germinales femeninas) oscila entre el millón y los dos millones en el momento del nacimiento y con los años va agotándose hasta llegar al cese definitivo de la menstruación con la menopausia.
El retraso en la edad de maternidad es un fenómeno que se ha ido abriendo paso progresivamente, y para comprobarlo no hay más que consultar los registros. La maternidad a edades avanzadas ha dejado de ser algo anecdótico: las mujeres mayores de 40 ya suponen el 10,7% de las que dan a luz. Además, la edad para tener el primer hijo en España ha subido en 6,5 puntos desde 1980, situándose actualmente en 31,6 años. Se trata de la cifra más elevada de entre todos los países del continente europeo.
Las pocas probabilidades de quedarse embarazada a cierta edad hacen que cada vez sean más las mujeres que recurren a procedimientos de reproducción asistida. El Instituto Bernabeu es uno de los centros de referencia en nuestra provincia que aplica estos tratamientos.
«Actualmente, un 15% de las parejas que quieren tener un hijo tienen que recurrir a la reproducción asistida. Y es un porcentaje en aumento», detalla la ginecóloga especialista en medicina reproductiva del Instituto Bernabeu, la doctora Belén Moliner.
La codirectora médica del centro, Andrea Bernabeu, asegura que entre las causas del retraso se encuentra la necesidad que tienen muchas mujeres de encontrar una estabilidad laboral y económica antes de ser madres.
Belén Moliner
Ginecóloga especialista en medicina reproductiva
Bernabeu apunta que la edad avanzada de la mujer incrementa las probabilidades de que el feto pueda sufrir alteraciones cromosómicas, siendo el Síndrome de Down la alteración más frecuente. Según un informe de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), la probabilidad de tener un hijo con esta anomalía es uno de cada 1250 a los 25 años, uno de cada 400 a los 35 años, y uno de cada 30 a los 45 años. Es por ello que muchas mujeres optan por someterse a un análisis de líquido amniótico o estudio de tejido placentario para saber si el feto tiene alteraciones cromosómicas.
El aborto es otro de los riesgos asociados a la maternidad tardía, pasando de una probabilidad del 10% por debajo de los 30 años, a casi el 40% en las mayores de 40. A todo ello también cabe sumar riesgos de prematuridad, de padecer diabetes gestacional, así como enfermedades hipertensivas durante el embarazo.
La doctora Bernabeu asegura que lo más recomendable en muchos casos es optar por una preservación ovárica, es decir, congelar óvulos cuando la mujer es fértil para luego poder valerse de ellos. «Nos cuidamos mucho más que antes, y aunque pueda parecer que a los 40 estamos en pleno apogeo, nuestra reserva ovárica no lo está. Nuestro cuerpo está mejor preparado para embarazarse a los 20 que a los 30».
El hecho de recurrir a tratamientos de reproducción asistida puede generar en muchas parejas un duro golpe emocional. Se llegan a dar procesos como el del duelo genético, que es lo que sufren algunas personas que no pueden ser progenitores de forma biológica con sus propios gametos (óvulos, esperma o embriones). Para situaciones como esta, el Instituto Bernabeu cuenta con una unidad de apoyo emocional con la que abordar el tratamiento de una forma holística.
Los centros de fertilidad también cuentan con equipos de trabajo multidisciplinar que analizan las candidaturas de aquellas mujeres que quieren someterse a un procedimiento de reproducción asistida. De estos equipos forman parte, entre otros, profesionales de la ginecología o de la biología molecular, que mediante algoritmos basados en Inteligencia Artificial pueden llegar a predecir el porcentaje de éxito de un determinado tratamiento.
«Discutimos los casos de manera conjunta y cuando el riesgo para la mujer o el feto es muy elevado, descartamos el tratamiento» apunta la codirectora del Instituto Bernabeu, como por ejemplo cuando la candidata es mayor de 50 años -en cuyo caso existe un consenso nacional por el que no se realizan tratamientos de reproducción asistida-.
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