Malestar entre los MIR de Alicante por la dificultad y extensión de la prueba

El examen del MIR (Médico Interno Residente) que tuvo lugar la semana pasada no ha dejado buen sabor de boca entre los médicos de Alicante. Una prueba «significativamente más extensa» que las anteriores convocatorias, con «preguntas complejas», ha generado una «profunda preocupación» entre el colectivo.

Así lo manifiesta el Colegio de Médicos de Alicante (COMA), desde donde considera que la prueba de este año ha supuesto un «desafío desproporcionado» para aquellos que optan a unas de las 287 plazas que pone en liza el MIR en la provincia de Alicante. 

Respecto a la extensión de la prueba, aseguran que esta ha alcanzado aproximadamente una página y media adicional, con un total de alrededor de 130.000 caracteres. El examen, explican, «no parecía haber sido diseñado para evaluar los conocimientos de los alumnos, sino que más bien parecía querer poner a prueba su resistencia física y mental».

En ese sentido, aluden a «preguntas extensas, con un aluvión de datos, que han dificultado la concentración y han hecho que incluso cuestiones no especialmente difíciles se volvieran desafiantes, provocando frustración, ansiedad y desánimo entre los aspirantes». 

Desde el COMA recuerdan que esta situación se suma a una serie de situaciones que parecen encaminadas a «vilipendiar la profesión». Entre ellas aluden a la» imposición» de elección telemática de plazas MIR en 2020, que «ha tenido en vilo» varios años a los aspirantes a especialistas, ante la «incertidumbre» de obtener una selección equivocada en la plaza que condicionan su futuro profesional.

En la pasada convocatoria hubo una pregunta que despertó la polémica, ya que «insultaba y faltaba el respeto a un médico de 50 años, que por tener retraso en su consulta se le atribuía un trastorno psiquiátrico». Esa situación ha tenido continuidad en la convocatoria de este año, «con falta de empatía en el diseño de la prueba».

Esta situación ha llevado al COMA a pedir a las autoridades competentes que reconsideren el diseño y los objetivos del examen MIR. «Es fundamental garantizar una evaluación justa, equilibrada y que respete la dignidad de nuestros futuros médicos y que, responda de verdad a los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad», explican.

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