La falta de anestesistas en Alicante retrasa operaciones y obliga a traer médicos desde Valencia
Esta carencia se recrudece en departamentos como el de Elda, donde solo tienen cubierto un tercio de las plazas de estos profesionales
La situación que vive el Hospital de Elda con respecto a su plantilla de anestesistas ejemplifica las implicaciones de que una área de salud sea calificada de difícil cobertura. De las 21 plazas para anestesistas con las que cuenta el departamento, solo hay cubiertas siete; es decir, una tercera parte. Además de aumentar las listas de espera para intervenciones quirúrgicas, ese déficit hace que Sanidad deba recurrir a anestesistas de hospitales públicos de la provincia de Valencia, así como a otros del sistema privado, a los que remunera más que a los anestesistas que tienen plaza en el hospital eldense.
Este diagnóstico es el que hace el facultativo Carlos Ferrero, vocal de la Sociedad Valenciana de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del dolor, y anestesista en el Hospital General de Alicante. «La falta de anestesistas es general en todos los hospitales públicos de Alicante, pero tiene mayor incidencia en centros comarcales como el de Elda. El problema ya no es solo que haya plazas por cubrir, sino que se deberían crear más para atender la demanda».
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Cerca de 23.000 personas esperan para ser operadas en Alicante
Esa carencia generalizada en todo Alicante a la que alude el anestesista hace que el déficit en Elda y otros hospitales comarcales no se pueda suplir con profesionales de dentro de la provincia, de ahí que Sanidad deba recurrir a la provincia vecina.
Una de las causas que explica este fenómeno es la pérdida de atractivo que con el tiempo han sufrido los hospitales comarcales alicantinos. «Esto antes no ocurría, pero con el tiempo los profesionales han ido cambiando su mentalidad y priorizando la vida en las grandes ciudades. Además, la escasez de profesionales hace que la carga de trabajo sea muy alta, con muchos médicos viéndose en la obligación de hacer hasta diez guardias al mes. Eso es insostenible. Las causas son múltiples: baja remuneración, problemas de gestión y de conciliación… Es normal que los médicos se vayan a otros hospitales buscando mejores condiciones».
Entre las consecuencias más evidentes de la escasez de anestesistas se encuentra el incremento de las listas de espera para ser sometido a una intervención quirúrgica: cerca de 23.000 personas esperan para ser operadas en los hospitales públicos alicantinos, según cifras del pasado diciembre. «Esta coyuntura hace que se prioricen las operaciones más graves, como las de carácter oncológico, pero que se eternicen las esperas para las de carácter leve», explica el vocal de la Sociedad Valenciana de Anestesiología.
Aumento de las sedaciones
El problema se agrava teniendo en cuenta que los anestesistas cada vez son reclamados para participar en más procedimientos médicos. «Hace años los pacientes se sometían a una colonoscopia sin sedación. Eso sería ahora mismo inasumible. Lo mismo ocurre con las endoscopias o los diferentes procesos intervencionistas, para lo que de un tiempo a esta parte también se aplica la sedación».
Para evitar la cronicidad de esta carencia, el anestesista del hospital Dr. Balmis reclama a Sanidad que realice un estudio para conocer las necesidades, y que, sobre todo, se incentive a estos especialistas y que se consoliden sus puestos de trabajo. «La solución no está exclusivamente en aumentar las plazas MIR, porque nadie te asegura que cuando acabe su formación el médico se quedará en el departamento donde más carencia de personal haya. Además, la elevada carga de trabajo puede dificultar la tutorización de los residentes, así que donde Sanidad debe hacer énfasis es en mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales».