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La población del arco mediterráneo europeo tiende a hacer un mayor uso de fármacos que la de otras latitudes del continente. Razones culturales, o la falsa percepción del efecto infalible de algunos fármacos, ayudan a entender esta realidad. Pero lo cierto es que el abuso de algunos de estos tratamientos farmacológicos puede ser contraproducente, muy especialmente en el caso de los antibióticos.
Tras el uso (en ocasiones) indiscriminado de los antibióticos, se esconde el riesgo de que las bacterias causantes de infecciones sean cada vez más resistentes a estos tratamientos farmacológicos. «Muchos pacientes tienden a pensar que un antibiótico lo cura todo, sin embargo, pueden llegar a ser lesivos si no se usan adecuadamente», tal y como cuenta la doctora Esperanza Merino, responsable del Programa de Optimización de Uso de los Antibióticos (PROA) para la atención hospitalaria del departamento de salud del Hospital General de Alicante. Ejemplos de ese uso ineficaz de los antibióticos pueden ser su errónea prescripción para el tratamiento de virus (y no para bacterias), un número insuficiente de dosis, así como un tratamiento más continuado de lo necesario.
Dra. Esperanza Merino
Responsable del Programa de Optimización de Uso de los Antibióticos en el Hospital General de Alicante
Para entender la magnitud de la situación, hay que tener en cuenta que a una de cada tres personas en Alicante se les prescribió antibióticos durante el pasado año. De todas las infecciones para las que se recetan estos fármacos, es la faringoamigdalitis la más frecuente entre los pacientes del departamento de salud del Hospital General de Alicante.
Solo para esta infección, los centros de salud del departamento alicantino han conseguido, en los últimos cinco años, reducir los tratamientos antibióticos de los 30.000 anuales hasta los 21.000. Esta reducción del 30% ha permitido mejorar la resistencia a antibióticos de bacterias causantes de muchas infecciones. Así lo cuenta Marta Aparicio, farmacéutica de atención primaria y homóloga de la doctora Merino para la supervisión del PROA en los centros de salud del mismo departamento, en cuyas consultas se prescriben el 80 % de los medicamentos, frente al 20% del hospital.
Algunos ejemplos de la mejora en la lucha bacteriana son la reducción de un 12 % (hasta el 23% total) de la resistencia de las pseudomonas (uno de los gérmenes más agresivos) al tratamiento por carbapenémicos. Se trata este último de un antibiótico de amplio espectro, que puede actuar frente a muchos tipos de bacterias. No obstante, ese amplio radio de acción puede ser contraproducente, ya que ese mayor uso generalizado lo expone a una pérdida de eficacia en sus efectos.
En ese sentido, Aparicio explica que una de las estrategias adoptadas para atinar más con el tratamiento ha sido la generalización de test diagnósticos de estreptococo --así como la formación de los sanitarios para su correcto uso-- en todos los centros de salud del departamento alicantino. «Un diagnóstico más preciso permite a los sanitarios la elección de antibióticos más eficaces y seguros».
En el ámbito de la prevención, las vacunaciones también ayudar a prevenir ulteriores infecciones, y estando a las puertas de la temporada más fría del año, la gripe es el mejor ejemplo, ya que sus consecuencias pueden llegar a ser letales para pacientes vulnerables, como los de avanzada edad o los inmunodeprimidos.
La pedagogía y educación ciudadana también juega un papel importante en la lucha contra la resistencia bacteriana. Costumbres higiénicas tan sencillas como el lavado de manos puede salvar muchas vidas, y es que según explica la doctora Aparicio, el peligro que presentan muchos microorganismos «ya no está tanto en su agresividad, sino en su facilidad de contagio, tal y como demostró el covid».
Fue precisamente durante la pandemia donde las responsables del PROA en el departamento alicantino pudieron atestiguar cómo la pedagogía puede reducir el uso de antibióticos. Hasta en un 75% se consiguió bajar la prescripción de antibióticos durante la pandemia del coronavirus gracias a una campaña informativa dirigida exclusivamente a los facultativos. «Ahora también tenemos que buscar apoyo en el ámbito de la farmacia comunitaria, que es de donde la mayoría de la población obtiene los antibióticos, para asegurarnos de que estos sean dispensados solo bajo receta médica», explica la responsable del PROA del Hospital General de Alicante.
Entre el 11 y el 21 de noviembre están teniendo lugar I Jornadas de concienciación sobre la resistencia a los antibióticos en Alicante, organizadas a cuatro manos entre Departamento de Salud Alicante-Hospital General y el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL). El evento central de estas jornadas tiene lugar este jueves 21 en el salón de actos del hospital, y estará dividido en dos partes. La primera, de 9:30 h a 11:45 h., dirigida a población general, en la que se contará con la participación de las divulgadoras Diario de Una Científica (@diariodeunacientifica) así como de Boticaria García (@boticariagarcia), esta última a través de un vídeo. La segunda parte, dirigida a profesionales, tendrá lugar de 12:15 h a 14:30 h, dirigida a profesionales sanitarios, y en la que destaca la exposición del proyecto Inés y las bacterias: herramientas para sensibilizar desde el ámbito sanitario, Eva González Lasheras. Directora de Cultura de Sostenibilidad en ECODES.
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