Nuria Montes, la cara amable del turismo que se llevó la DANA

Cuando hace poco más de un año Carlos Mazón anunció los nombres de los componentes de su primer Consell al frente de la Generalitat Valenciana, pocos se sorprendieron al conocer que la que hasta esa fecha había sido la Secretaria General de la patronal hotelera Hosbec, Nuria Montes, había sido la elegida para ocupar el cargo de consellera de Turismo (además de Innovación, Industria y Comercio).

Poco antes, Toni Mayor, histórico presidente de Hosbec, también había dejado su cargo. Entre Montes y él, habían conseguido catapultar a la patronal con sede en Benidorm hasta convertirla en uno de los actores más influyentes del sector turístico nacional y, por descontado, en una voz fundamental para la industria de la Comunitat Valenciana.

Pese a haber tenido fuertes encontronazos con el Botànic, la sintonía entre Montes y el que fuera Secretario Autonómico de Turismo, Francesc Colomer, había conseguido que la relación entre aquel gobierno autonómico de coalición y los empresarios hoteleros discurriera siempre en un tenso buen entendimiento.

Ello contribuyó, además, a que la de Nuria Montes fuera una suerte de 'cara amable' de lo que el alcalde de Benidorm (ahora también presidente de la Diputación de Alicante) bautizó como la 'industria de la felicidad', un término que ella también usó en muchas ocasiones, incluiso, en su etapa como consellera.

Montes no rehuyó nunca la polémica sin con ello defendía los intereses del sector hotelero, aunque eso pudiera enfrentarla con el Botànic, con el Gobierno de España u otros actores del sector como, por ejemplo, los apartamentos turísticos. Sin embargo, de todo ello supo salir siempre con 'buena prensa'.

Tampoco pagó caro en su imagen el haberse tenido que enfrentar a 'patatas calientes' el caos de las estaciones de las ITV de la Comunitat, que siempre defendió que fue consecuencia de la 'herencia recibida' de los gobiernos de Ximo Puig.

Sin embargo, todo eso saltó por los aires el pasado día 2 de noviembre cuando, durante una rueda de prensa y mientras toda la región mantenía el corazón encogido por la ya más que previsible cantidad insportable de muertos que iba a dejar la DANA de Valencia, anunciara la prohibición de que los familiares de las víctimas mortales acudieran al pabellón donde se encontraban los cuerpos de sus seres queridos.

El problema para Montes no fue tanto la decisión en sí, sino la frialdad y la falta de empatía de sus palabras y gestos, colocándola como la destinataria de la cada vez menos contenida frustración de muchos valencianos (víctimas o no de la DANA) por la gestión que de la crisis estaban haciendo las administraciones públicas.

La carrera política de Montes terminó con sólo 65 palabras. Quizás: «aquí no se van a entregar cuerpos a familias, no se va a permitir el acceso de familiares a la zona donde tenemos custodiados a todos los fallecidos, así que tienen que esperar de forma obligatoria la llamada del juzgado y la entrega de la documentación pertinente. Las familias en el mejor lugar donde pueden esperar las noticias de sus familiares es en sus domicilios».

Como si leyera un anodino pasaje del DOGV, Montes mandaba a casa (a los que todavía tuvieran una a la que volver) a los familiares de aquellos que apenas dos días antes habían perdido la vida en la peor catástrofe natural de España en décadas y también a aquellos que todavía no sabían nada del paradero de sus seres queridos y buscaban, como fuera, alguna información sobre su paradero.

Cierto es que horas más tarde, en un vídeo grabado y difundido en redes sociales por la propia consellera, Montes trató de rectificar asegurando que ese primer comunicado buscaba «que se cumpliera el protocolo» y pidió disculpas asegurando que «lamento que mis palabras hayan estado faltas de empatía, de esa sensibilidad que todos buscamos en estos duros momentos». Pero ya era tarde. El daño, en este caso moral a una ciudadanía que se sentía abandonada, estaba hecho sin opción de vuelta atrás.

El cese de Montes se daba por descontado desde hace tiempo y ha sido esta misma tarde cuando Mazón lo ha hecho oficial, colocando ahora al frente de esa misma cartera a Marián Cano, que hasta ahora ocupaba la presidencia ejecutiva de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (AVECAL) desde 2015.

En la nota hecha pública por la Generalitat anunciando su nombramiento, se recuerda que la relación de Cano con el sector del calzado comenzó en 2010, cuando fue nombrada secretaria general de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche (AICE). Además, en 2020 asumió la presidencia interina de la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), que mantuvo hasta 2022.

Actualmente, ostenta el cargo de secretaria general de FICE (Federación de Industrias del Calzado Español) y en 2023 fue nombrada vocal del Comité Ejecutivo de la Cámara de Alicante. Entre otros órganos de representación, también forma parte del Comité Ejecutivo de la Confederación Empresarial Comunitat Valenciana(CEV), Pleno de la Mesa de Diálogo Social de la Generalitat, miembro del Observatorio de Industria y los Sectores Económicos Valencianos, Asamblea General de Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y Asamblea de Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), entre otros cargos.

Pero el nombramiento de Marián Cano también debe de ser leído en términos de política interna dentro del propio Partido Popular ya que la nueva consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo es hermana de Bernabé Cano, uno de los hombres fuertes en la sombra del presidente Mazón.

Bernabé Cano mantiene una muy buena relación con el número dos del PP valenciano y alcalde del vecino municipio de Finestrat, también en la Marina Baixa, Juanfran Pérez Llorca, y su ascendencia sobre Mazón es muy notoria.

De hecho, una de las hijas del alcalde de La Nucía, Ángela Cano, fue una de las asesoras de Presidencia que Mazón nombró en septiembre de 2023, después de haber ocupado el número 20 en las listas del PP a las autonómicas valencianas.

Así mismo, el concejal de Urbanismo de La Nucía, Miguel Ángel Ivorra, fue el elegido por Mazón para ocupar el puesto de director general de Urbanismo de la Generalitat, cargo que ahora ocupa. Además, otro nuciero muy vinculado con Bernabé Cano, Vicente Ripoll, es el actual director general de IVAJ.

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