Millana dimite como secretario general del PSOE en Alicante a un mes de la asamblea

El secretario general del PSOE en Alicante, Miguel Millana, ha dimitido de su cargo a un mes y poco de que el partido elija un nuevo responsable político que le lleve hasta las elecciones municipales de 2027 en posición de disputarle la Alcaldía al Partido Popular. Millana deja la agrupación local en manos de una gestora, que deberá organizar la próxima asamblea a celebrar a finales de junio o principios de julio.

Con este movimiento, Millana intenta dar un golpe de efecto en el partido y coger un poco de protagonismo mediático ante su previsible relevo. El ya dimitido secretario general local ha convocado una rueda de prensa para este viernes en la dirección provincial socialista para explicar los motivos de su decisión.

Millana culpa de «bloqueo» al sector mayoritario del partido, encabezado por el exsenador Ángel Franco. Una familia al que el propio exsecretario general había permanecido hasta hace unos meses, con una relación de años con el propio Franco. Pero las aspiraciones de Millana de ser candidato del PSOE a la Alcaldía de Alicante enturbiaron su confianza.

El responsable socialista no asumió que primero Francesc Sanguino y después Ana Barceló (ambos designados directamente por Ximo Puig) ocupasen el cartel electoral en lugar del secretario general. De hecho, la actual portavoz municipal socialista ni siquiera permitió que el secretario general local formase parte de la lista municipal.

Por eso esperaba que a la tercera fuera la vencida. Pero Franco ha apostado por el joven médico Quico Fenollar como líder del partido en Alicante y previsible candidato municipal.

Esto terminó de romper sus relaciones. Desde entonces, Millana se ha acercado a las diferentes sensibilidades socialistas en Alicante para intentar tejer alianzas. A la vez que aprovechar la baja de paternidad del secretario de Organización del PSOE, Pedro Ródenas, para ponerle una sustituta con tal de controlar el partido. Incluso, se convocó una ejecutiva sin el secretario de Organización con la excusa de que estaba de baja. Una opción que la propia dirección provincial ha echado por tierra.

Millana considera que el control de Franco del partido es omnímodo, que su posición como secretario general quedaba comprometida y sin capacidad de maniobra ni decisión. Así ha sido durante años, pero se ha instalado la sensación entre las familias socialistas de la capital de que ya no es lo que era, que una alternativa podría, por fin, derrotar a Franco en una asamblea local.

Y Millana quiere postularse con el resto de sensibilidades para el próximo cónclave socialista frente al sector mayoritario de Franco. En las mismas palabras que Pedro Sánchez le ha dedicado este jueves a Feijóo: «Cuidado, porque el que entra Papa sale como cardenal».

• Temas
• Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
• Ana Barceló