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De Joan Lerma siempre se concluyó que empezó a perder las elecciones autonómicas de 1995 cuando fue incapaz de imponer su criterio frente a otros barones socialistas para concluir la ahora autovía que une Valencia y Madrid. Máxime después de que los múltiples acontecimientos que tuvieron lugar en España en 1992 pasaran de largo de cualquiera de las capitales de la Comunitat. Ximo Puig, que fue jefe de gabinete del expresidente, puede verse atrapado por una situación similar. La encuesta elaborada por Sigma Dos para Todo Alicante revela que el 55,7% de los ciudadanos cree que el jefe del Consell no tiene capacidad de influencia real sobre el Gobierno central. Por contra, el 30,1% sí que cree que el líder de los socialistas valencianos es capaz de hacerse oír y de condicionar con su presión las decisiones que se adoptan en Madrid.
La falta de influencia de Puig sobre el Gobierno de Sánchez ha sido un argumento recurrente con el que los grupos de la oposición han venido a señalar la falta de presión de Puig sobre Sánchez. El 61,8% de los hombres, y el 49,8% de las mujeres ratifican esa percepción, que es especialmente visible en la provincia de Valencia (59,2%), pero también mayoritaria en Alicante (54,2%) y Castellón (52,2%).
La certeza de esa falta de influencia no es sólo certificada por los votantes de PP, Cs y Vox. Los de Compromís, socio de gobierno de Puig en el Consell, también tienen claro de forma mayoritaria (51%) que el presidente de la Generalitat carece de esa capacidad de influencia real sobre el Ejecutivo central.
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