Camino a la nada
Es más fácil enemistarse con la única democracia de Oriente Medio y echarles la culpa que intentar analizar y buscar salidas
Recuerdo aquella pillada a Zapatero con Iñaki Gabilondo: «Nos conviene que haya tensión, a partir de la semana que viene voy a dramatizar». Hemos vuelto al año 2008. Diecisiete años después se repite la misma tesitura, aunque esta vez se utiliza el conflicto palestino-israelí. Con los últimos conflictos que hemos pasado no ocurrió nunca nada. Contra, por ejemplo, el genocidio de Ruanda, Tutsis contra Hutus, ni una sola manifestación. En Siria, Sudan o Yemen, que son guerras civiles, no hemos visto ni una sola manifestación de apoyo.
La de Irak, esa sí, ahí se implicaron toda esa gente tan, tan pacífica y tan preocupada por la paz mundial y por las guerras (algunas, no todas). El 'no a la guerra' fue el lema coreado, casualidad o quizás causalidad, en ese momento gobernaba el PP. La guerra de Afganistán y cómo los dejamos tirados a los afganos en 2021, pero quienes más sufrieron ese abandono fueron las mujeres. Ni un ápice de empatía por parte de los «pacificadores patrios», hecho que nos debe dar vergüenza a todos, pero a algunas como Montero, Belarra, etcétera, mucho más.
Sin contar que el desprestigio internacional crece día a día y que cada vez es mayor. Tanto es así que ya no estamos en primera línea del club de voluntarios con Ucrania; nos hemos enemistado con los EE UU; nos agradecen los gestos unos terroristas como Hamás y escogemos a China para que nos provea de sistemas de escuchas y de seguridad en contra de las recomendaciones de nuestros socios europeos y de las centrales de inteligencia americanas, hasta hace cuatro días nuestros socios.
Como están viendo, desde el «centro de fabricación de relatos y pensamiento«, necesitan una causa que haga que, si no la apoyas como ellos han pensado, te vuelves el peor ser del mundo. La idea de polarizar a la sociedad, recuerden que es lo que dijo Zapatero.
Que Hamás utiliza a su población como escudos humanos no importa; que su cúpula está fuera de Gaza y viviendo a cuerpo de rey en otros países árabes, no importa. Importa el relato en imágenes del sufrimiento. Sin duda ninguna, ese sufrimiento de la población que es rehén de un grupo terrorista existe. Porque en la fundación de Hamás está la aniquilación de los judíos y, para ello, utiliza a su población como arma en una guerra híbrida.
Es más fácil enemistarse con la única democracia de Oriente Medio y echarles la culpa que intentar analizar y buscar salidas. No podemos hacernos preguntas del por qué está ocurriendo lo que está ocurriendo en Gaza, solo debemos aceptar el relato, el lenguaje que la izquierda impone. La izquierda que habla de libertad, es la misma que te señala como facha si no aceptas su relato y es la misma que revienta una prueba deportiva de prestigio con la complicidad institucional de algún cargo público sanchista.
«Los fascistas del futuro se llamarán así mismo antifascistas», dice la frase erróneamente atribuida a Churchill, es una realidad en el presente. Conforme vayan saliendo noticias terribles sobre este Gobierno en descomposición las acciones que van a tomar nos dejaran boquiabiertos, nos lo vienen avisando. «La banda» que dijo Albert Rivera está ahora más alerta que nunca porque sienten que ya no tienen 'baraka', que lo único que tienen es soledad, acorralados como están por los casos de corrupción de toda índole que les amenazan.
No sé lo que queda de legislatura. Entiendo que se intentará llegar hasta el 2027 pero no sé si va a poder ser. Siempre hay algo o alguien que dice 'hasta aquí hemos llegado, no puedes seguir más'.
Para terminar, recordemos que el sanchismo es pura propaganda. Un ejemplo: el anuncio de que se van a liberar 53.000 pisos turísticos ilegales para ponerlos como alquiler de vivienda habitual. No sé cómo lo van a hacer si el dueño, el propietario de la vivienda no quiere. Esto nos deja que la medida anunciada no tiene consenso y será un anuncio más para aparentar hacer algo por la ciudadanía.
El sanchismo, maestro del relato que le interese en ese momento, siempre va intentar desviar la atención para colocar amiguetes, familiares, prostitutas, crear cátedras falsas, reunirse con personalidades que tienen prohibido pisar Europa, acosadores en Moncloa, olvidarse de los damnificados por la dana, dos secretarios de organización destronados uno de ellos en la cárcel, el otro desprestigiado y según últimas noticias, siempre según prensa, a un paso de la financiación irregular del PSOE. Al final te das cuenta que todo ha sido y es, por el poder no por el ciudadano, así estamos.