Los cines reclaman eliminar las cuotas y volver a las ventanas de cien días

La intervención de Postigo tuvo lugar esta mañana en un desayuno organizado por la asociación para fijar su posición en torno a la nueva Ley del Cine. El texto del Proyecto de Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual fue remitido en diciembre a las Cortes Generales y se encuentra en plazo de enmiendas, aunque ya se ha registrado una enmienda a la totalidad por parte del grupo parlamentario de Vox.

Para los exhibidores la futura ley es una «oportunidad perdida» y mantiene una visión «continuista» en torno al papel de las salas de exhibición. Por eso, la federación está entablando conversaciones con los partidos para tratar de hacer llegar sus peticiones al texto definitivo. Entre las mismas están volver a elevar la ventana de explotación en exclusiva de las películas a los cien días -ahora se encuentra en los 45 días-. «Es importante poner orden en la industria. La pandemia ha alterado la forma en la que accedemos a los contenidos, pero las plataformas son complementarias y hay espacio para todos si ponemos reglas. La ventana de cien días sería un punto de partida», explicaba Luis Gil, director general de la federación, que lamentaba la fuerza que tienen plataformas como Disney+ o Netflix. En este sentido, Postigo apuntaba a que una ventana así «sería efectiva para una recuperación más rápida» y ponía como ejemplo Francia. Añadía Gil que además acabaría con la «confusión» del espectador en torno a dónde puede ver una película.

Francia también era el ejemplo para otra de las reivindicaciones de Fece: la eliminación de la cuota de pantalla europea. La futura Ley del Cine establece que la programación de las salas de cine deberá incluir un 20% de películas de Estados miembros de la Unión Europea o iberoamericanas, frente al 25% que recoge la actual legislación. «No lo entendemos. Si se trata de fomentar la asistencia a cine español o europeo, es una medida ineficiente porque programar una película no significa que la gente vaya a verla», argumentaba Gil. En Francia, sin cuota alguna, el cine francés «representa un 40% de la programación», indicaba Postigo.

Fece también solicitó «herramientas» que permitan resolver discrepancias y ayuden a «corregir asimetrías» entre exhibidores y distribuidoras de forma ágil «sin tener que acudir a Competencia». La federación es consciente de que la nueva ley contempla la creación de un Consejo Estatal, pero creen que «puede no ser suficiente» en estos casos.

Critican además que la futura legislación obligue a facilitar datos de espectadores de contenidos alternativos, que van desde las retransmisiones de óperas o encuentros deportivos hasta la utilización de las salas para coloquios o representaciones teatrales. Tampoco «ha sentado bien» el que las administraciones públicas puedan proyectar películas 6 meses después de su estreno -hasta ahora eran doce meses-.

Desde el sector pidieron nuevos paquetes de ayudas directas e incentivos fiscales. Por primera vez en los últimos Presupuestos Generales del Estado se incluyeron ayudas directas a las salas de cine -10 millones de euros- de las que ahora se tiene «incertidumbre» de que lleguen a entregarse. «Hay unos plazos y gestiones administrativos que varias comunidades ya nos han dicho que no van a poder cumplir», lamentó Gil.

«Nos gustaría acceder a incentivos o líneas de financiación para la adecuación de salas, por motivos tanto de eficiencia energética en climatización o las proyecciones digitales, que son cambios que van a necesitar prácticamente todo el sector», reconoció Postigo. En cualquier caso, esto llega en un momento de «despegue» para las salas, después de la crisis sufrida por la pandemia.