Israel y Hamás confirman su acercamiento a un acuerdo incluso antes de la investidura de Trump

De «cautelosos avances» hasta un acuerdo «próximo», los informes procedentes de Doha, donde se negocia un alto el fuego en Gaza, son contradictorios, pero en general transmiten la impresión de que Israel y Hamás podrían ultimar en «cuestión de días» un intercambio de rehenes por presos palestinos. Distintas fuentes coinciden este lunes en que durante la noche pasada se ha producido un acercamiento significativo entre ambos bandos, aunque todavía quedan «obstáculos» por superar. El avance se produce con el telón de fondo de la tragedia. En las últimas 24 horas al menos una veintena de personas han muerto y casi un centenar resultado heridas en bombardeos israelíes sobre La Franja.

Funcionarios egipcios –país que interviene como mediador en las conversaciones– han subrayado que el Gobierno hebreo y la milicia aspiran a cerrar el acuerdo antes de la investidura de Donald Trump el próximo 20 de enero como presidente de Estados Unidos. La oficina del primer ministro israelí ha reconocido que Benjamín Netanyahu y el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, mantuvieron una conversación telefónica este domingo para analizar las probabilidades de éxito. Durante la llamada Biden insisitó en la «necesidad inmediata» de un alto el fuego y la liberación de rehenes, un objetivo que persigue desde hace muchos meses y que, una vez tras otra, se ha visto frustrado ante el fracaso de las sucesivas negociaciones. El presidente saliente considera que una victoria en este terreno sería un buen broche a su inminente marcha de la Casa Blanca.

La parte israelí afirma que la posibilidad de desbloquear el conflicto está en manos de Hamás. Los mediadores de Catar han estado presionando a la milicia para que firme el compromiso mientras Steve Witkoff, enviado por Donald Trump a la región, ha mantenido conversaciones con los negociadores israelíes, en conjunto con otros miembros de la delegación estadounidense movilizada por la actual Administración demócrata. Hamás, según 'The Times of Israel, habría mostrado este lunes una primera reacción positiva: «Renovamos nuestro compromiso con nuestro pueblo firme y paciente y con nuestros heroicos prisioneros en las cárceles, y afirmamos que su libertad está cerca».

En cualquier caso, abundan los mensajes en los medios donde se llama a la «cautela». Pesa la experiencia desarrollada hasta ahora. Al menos, cinco intentos de buscar un alto el fuego han fallado, algunos de ellos en el último momento, lo que no puede descartarse que suceda ahora. No obstante, fuentes de la Autoridad Palestina dicen haber constatado que un alto coordinador palestino sobre las cárceles de Israel ha salido hacia Gaza, en lo que podría tratarse de un intento serio de confeccionar una lista de presos a liberar.

El diario panárabe 'Al-Quds Al-Arabi ' ha ofrecido detalles del «borrador» final que estudian Israel y Hamás. El intercambio de rehenes por presos se haría de manera gradual y en un contexto de alto el fuego, según las directrices del 'Plan Biden' presentado por el presidente estadounidense el pasado mes de mayo. La milicia tiene e sus manos a unos 62 cautivos israelíes vivos y conserva los restos de otros 34, que iria entregando a las autoridades hebreas en distintas etapas. La primera contempla liberar a entre 25 y 32 secuestrados. Por su parte, Hamás negocia la liberación en total de 3.000 presos palestinos, con una primera fase que engloba a mujeres, niños y ancianos.

El Gobierno de Netanyahu exige, por otro lado, la creación de una zona de amortiguacion alrededor de La Franja, de 1.500 metros de anchura, que permanecería bajo la vigilancia israelí, de la misma manera que tenía establecido en los Altos del Golán con Siria antes de la reciente caída de Al Assad. El plan también señala qué zonas abadonará el ejército israelí y cuáles serán los plazos de la retirada. Según el diario panárabe con sede en Londres, las tropas aceptarían marcharse de numerosos sectores de los ejes Netzarim y Filadelfia. El primero divide Gaza de norte a sur y el segundo discurre paralelo a la frontera con Egipto. Por su parte, Israel exige que Hamás nunca vuelva al Gobierno de La Franja.

Todavía quedan obstáculos y bastante letra pequeña por acordar, pero» si Hamás responde pronto, todos los detalles podrán ultimarse en cuestión de días», según ha expresado un funicionario al Canal 13. Netanyahu también tiene deberes en casa: el primordial, convencer al sector ultraderechista de su gabinete, que en varias ocasiones han amenazado con romper el pacto de gobierno si se firma un acuerdo de estas características. La radio púbica Kan, de hecho, ha informado este lunes de que diez diputados han mostrado ya su rechazo en una carta donde consideran que un pacto con la milicia supone un «paso inmoral» e instan al primer ministro a «no cruzar las líneas morales más básicas ni poner en peligro la seguridad de Israel». Entre los firmantes hay siete legisladores del Likud, el partido de Netenyahu.

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