Mascletà del 24 de junio: de Luceros a los cielos de Alicante en memoria de Pedro Luis Sirvent
La segunda generación de pirotécnicos han lanzado 150 kilos en 6,31 minutos, en el día grande de las Hogueras de San Juan
«Es hora de volver a lo que era la catedral de la pólvora para Pedro Luis». Y así han hecho, de la mano de su hijo Adrián Sirvent, quien ha puesto el broche de oro al concurso de mascletàs de las Hogueras de Alicante en Luceros. La emoción ha impregnado el ambiente en todo momento, con su punto álgido tras el segundo aviso.
Los altavoces han comenzado a sonar con una canción dedicada al 'Senyor Pirotècnic' -y sí, como siempre en mayúscula-, cuyo recuerdo aguarda en la memoria de todos los alicantinos que han vivido sus históricos disparos en la plaza de los Luceros. Ha sido este martes 24 de junio cuando su legado ha mostrado que la lección está aprendida.
La bellea del foc, Adriana Vico, ha tomado la palabra para rendir homenaje a un hombre que dejó huella en las fiestas del fuego. «Un artista que dedicó su vida» a este arte, dedicado a todos los alicantinos. «Para él cada disparo, cada chispa, cada cohete, era una forma de transmitir alegría e ilusión». «Gracias Pedro Luis por todo lo que nso diste, esta mascletà del 24 de junio va por ti».
Con ello, ha sonado el tercer trueno de aviso y el grito más esperado. En esta ocasión, dedicado al alicanitno. «Senyor pirotècnic, Pedro Luis, pot començar la mascletà», han gritado las belleas del foc para dar inicio al espectáculo con una traca valenciana que en el último petardo ya ha dado el pelotazo.
Golpe en tierra y subida de silbatos, seguidos de más detonaciones terrestres que han ido acompañadas de artefactos en forma de palmera con tonos de color, esos rojos y amarillos como Pedro Luis lucía siempre en la pulsera de su muñeca. A ello se han sumado truenos, creando un potente baile sonoro y visual en apenas segundos.
Y es que la mascletà de este 24 de junio no había hecho nada más que empezar cuando las retenciones han compuesto un ritmo de batucada que ha puesto al público a bailar en el entorno de Luceros. En la última nota, un primer bombardeo de carcasas seguido de destellos y aplausos del público, para continuar con un conjunto de artefactos que han llenado de brillo, color y vida la plaza.
Conforme las fases y retenciones han ido avanzando, ha aumentado el ritmo y la intensidad. La subida de calibres se ha notado, tanto en el asfalto como en los oídos, mostrando la potencia de Hermanos Sirvent. Así, con un último tramo, un disparo rápido y remarcado, ha arrancado el cuerpo terrestre de la mascletà.
Los pulpos han ido prendiendo mecha, dejando a su paso petardos encendidos en el suelo que, junto al acompañamiento aéreo, han formado un espectáculo melódico sobre la fuente de Bañuls, cuya intensidad ha ido 'in crescendo' con más y más calibre en los petardos que han estallado sobre el asfalto.
Con ello, la cortina de humo se ha impuesto en la plaza de los Luceros, mostrando la carga, antes de un apoteósico terremoto a doble altura que ha sabido dar bien en los oídos. Este tramo ha continuado con un bombardeo aéreo que ha superado la intensidad del suelo, antes de volver a la plaza con una última retención y poner el broche de oro con un golpe hermético.
Con ello han detonado 150 kilos de pólvora en 6,31 minutos con un máximo de potenica de 127,6 decibelios, los cuales han provocado un estallido de aplausos y coreos al grito de «esto sí es una mascletà», mientras el equipo de Hermanos Sirvent ha rodeado la plaza de los Luceros en la última mascletà de las Hogueras 2025.
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