Tots a una veu

El cielo se abrió sobre Valencia y sus consecuencias nos han llenado de horror y de tristeza. En el primer momento de una desgracia de tal magnitud surge la rabia, la ira y el desánimo, que nos pueden arrastrar a un pozo sin fondo y a buscar culpables de nuestras desgracias. Tras el caos de los primeros días quizás es el momento de aparcar los sentimientos negativos para más adelante y pensar en reconstruir lo que el agua se llevó, también nuestro estado de ánimo.

En solidaridad con quienes han perdido su vida o parte de ella, todas las actividades lúdicas se detuvieron, también las que estaban organizadas por las comisiones de Fogueres. Por respeto y por empatía no cabía cualquier muestra de alegría, pero si queremos coger fuerzas para que el apoyo se mantenga, hay que retomar la normalidad, compaginándola con la nueva realidad y no olvidar a quienes nos van a necesitar durante mucho tiempo.

Precisamente mi comisión retomará el próximo viernes la 'XIII edición de Don Juan Tenorio', aplazada por las circunstancias. Es la primera vez en trece años que no la vamos a celebrar en la 'Noche de todos los santos', ni siquiera la pandemia nos impidió una versión virtual, pero valoramos que mejor el cambio de fecha que la suspensión porque sería un triunfo del desánimo. Será un acto cultural, pero un acto en el que se reunirán muchas personas dispuestas a escapar de la rutina y con la mente en 'modo reiniciar'. Otras comisiones y muchas asociaciones también retomarán su actividad porque la vida hay que vivirla entre alegrías o entre tragedias.

Ante algunos comportamientos, cada vez me siento más orgulloso de ser foguerer. Mi comisión es una de las más numerosas y entre tantas personas predomina la diversidad en todas las facetas, pero el respeto lleva muchos años ganándole la partida al desencuentro. Si somos capaces de remar en la misma dirección para conseguir los fines que nos proponemos, el éxito está asegurado. Lo contrario solo nos crearía inquietud, rivalidad innecesaria e infelicidad. Nosotros somos felices y ese estado emocional nos predispone a colaborar con quien lo necesite.

Com diu el nostre himne, 'tots a una veu' aconseguirem resoldre els problemes, eixir de la crisi i tornar a ser feliços.

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