«¡Y yo que lo quería ver!»

José Mari Manzanares no ha estado presente en su día, el de San Juan. Pero sí se ha escuchado el pasodoble 'Manzanares' en la faena de muleta de Cayetano, que ha abierto plaza. El toro, como sus hermanos, ha lucido divisa negra en memoria del propietario del hierro, Daniel Ruiz. Almendrito-98 ha recibido un puyazo duro y trasero, el de mayor castigo de la feria. Ha apretado hacia tablas el cuatreño en banderillas con una embestida descompuesta. Cayetano ha protagonizado una faena sin mucho ajuste y sin que llegara a calar en el tendido.

Emilio de Justo ha cortado oreja al segundo de la tarde. La faena ha tenido como colofón una estocada perfecta de ejecución y colocación. Lavadito de cara ha sido Importante-59, al que de Justo ha quitado por unas chicuelinas que han recordado a Manzanares padre. En banderillas, el de Daniel Ruiz ha apretado hacia los adentros. La faena de muleta la ha comenzado Emilio de Justo con un toreo poderoso por abajo. A continuación, las tandas se han ido sucediendo llenas de temple y quietud. Ha ido enganchando al toro delante para llevarlo hacia la cadera en series de gran intensidad. Todo esto ha ido ocurriendo hasta que el toro ha acabado viniéndose abajo y con un viaje corto. De Justo, que debuta en Alicante, deja una notable impresión en su primer toro en su trayectoria en el coso de la Plaza de España.v

Juan Ortega, en su segunda tarde en Alicante de su trayectoria, ha cortado una oreja al primero de su lote después de una estocada desprendida. Ha tenido mérito la faena de muleta de Ortega porque enfrente tenía un toro que, mermado de fuerzas, se defendía y soltaba la cara. Aún así, ha conseguido templarlo en tandas por el pitón izquierdo sobre todo. Ha dejado destellos de su toreo caro, pero el público espera más de un torero de los de arte. Ahora bien, con cuatreños de esa condición, poco más ha podido hacer. Los molinetes finales han servido para que el público entrara más en la faena.

El cuarto ha sido masacrado en el caballo, y esto ha hecho que llegara totalmente parado a la muleta. Altón y anovillado, ya en banderillas, ha manifestado su querencia a tablas soltando la cara al intentar ser toreado. Ha comenzado Cayetano la faena apoyado en la contera del burladero. Pero, seguidamente, el toro se ha echado en una evidente falta de casta. La faena de muleta ha sido deslavazada. Uno a uno los pases, sin ligazón. Ha estado afanoso Cayetano y, ante las protestas del público, ha intentado seguir, pero ha sido imposible porque el toro se había dejado toda su casta en la dura y desigual pelea en el caballo.

El mal uso del acero ha impedido la salida a hombros de Emilio de Justo en la tarde de su presentación en Alicante. Delgadito-15 también ha sido duramente castigado en varas. Ha cortado en banderillas y ha llegado a la muleta con embestidas deslucidas y descompuestas, echando la cara arriba a mitad de viaje. Aún así, de Justo ha ido templando esa destemplada embestida y ha logrado momentos de buen toreo, aunque no de un modo continuo. Esto ha sido así porque el de Javier Ruiz escarbaba y echaba la cara abajo entre las manos. Ha porfiado el madrileño hasta que alguna tanda buena y coreada por el público ha conseguido. Sin embargo, se ha prodigado en pinchazos y escabellos y su labor no ha tenido el premio esperado.

Alicante no es plaza propicia para Juan Ortega. Si en su presentación hace dos temporadas cómo se le devolvía un toro al corral por el mal uso del estoque, hoy ha continuado esa mala racha. El que ha cerrado plaza, después de un torero comienzo por bajo, se ha lastimado la mano derecha, y esto ha imposibilitado el lucimiento del torero de Triana. Lo ha intentado, pero, cada vez más, el toro no ha podido seguir la muleta. Ha tenido que abreviar ante este anovillado ejemplar de Daniel Ruiz, al aue ha toreado en el capote con ceñidas verónicas y una media, con claro sabor trianero. También ha recibido un duro castigo en varas el torillo, aunque, en esta ocasión, la puya ha caído donde debía. En banderillas ha tenido querencia a tablas en una embestida encastada que ha hecho pasar las de Caín a los banderilleros. ¡Y yo, que lo quería ver!