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Las dos derrotas consecutivas sufridas por el Hércules ante el Espanyol B y el Teruel han dejado al equipo de Lolo Escobar sin apenas margen de error en su pelea por acabar la liga regular en puestos de promoción. Los blanquiazules están ahora a dos puntos de la zona privilegiada y el calendario en breve se empina de tal manera que cada partido será una batalla.
El Hércules visita este domingo (12:00 horas, televisado por Aragón TV) al Ebro, penúltimo clasificado y empatado a 16 puntos con el colista Mallorca B. Este trámite envenenado no puede ser desaprovechado por el conjunto blanquiazul, que debe sumar los tres puntos y rearmarse de cara a lo que le viene, que es durísimo. Tras medirse con el Ebro, el equipo de Escobar se enfrentará de manera consecutiva a cinco rivales directos por los puestos de promoción: Mestalla, Peña Deportiva, Formentera, Manresa y Terrassa.
Este tramo de competición será decisivo para un Hércules al que le han aflorado de nuevo las dudas. Al margen del indisimulado mosqueo con los árbitros por encadenar 26 partidos sin un partido a favor, el juego blanquiazul sigue con lagunas importantes, sobre todo en las áreas.
Ante el Teruel falló estrepitosamente el central Mario Gómez, llegado en invierno para reforzar la zaga y que el domingo fue cambiado al descanso. Ante el Ebro vuelve a estar disponible Roger Riera, quien volverá al once, muy probablemente con Diego Jiménez al lado.
Por otro lado, el panorama en la delantera continua siendo desolador. Ander Vitoria ni siquiera entra en las convocatorias porque Escobar no lo ve apto para competir y el joven Jean Paul volvió al once ante el Teruel pero pasó desapercibido, visiblemente cohibido tras las dos expulsiones consecutivas en el Rico Pérez. Por su parte, Jack Harper sigue sin chispa tras su larga convalecencia y el recurso de utilizar a Alvarito de falso nueve deja al Hércules sin desequilibrio ni profundidad por las bandas.
Escobar necesita dar con la tecla del ataque este domingo ante el Ebro para definir su once y afrontar la serie de partidos ante rivales directos con más garantías. Por su parte, el conjunto maño parece casi desahuciado (a nueve de la salvación) pero ha ganado sus dos últimos partidos como local (1-0 ante el Deportivo Aragón y el Lleida). El reducido campo de césped sintético de La Almozara es la principal baja del cuadro aragonés y el Hércules deberá adaptarse rápido a sus dimensiones y superficie.
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