El Hércules asciende a Primera RFEF como campeón y Alicante se echa a la calle

Como no podía ser de otra manera, tras el pitido final se ha producido la invasión de campo correspondiente y los jugadores han sido manteados y llevados en volandas por todo el terreno de juego, al igual que el técnico Rubén Torrecilla. La plantilla celebra el ascenso en estos momentos de manera privada en los vestuarios del Rico Pérez con una comida y no será hasta las 17:00 horas cuando se desplacen en autobús hasta la Plaza de los Luceros para festejar con todos los seguidores, si bien algunos de ellos ya están allí.

El Hércules ha puesto este domingo el colofón a una temporada notable en la que parecía verse abocado al mal menor de la promoción de ascenso tras empatar en La Nucía (1-1) ante un rival descendido a Tercera RFEF. Este choque fue un claro punto de inflexión, ya que los jugadores y el técnico fueron gravemente insultados y se llegó a plantear la destitución de Torrecilla. El secretario técnico Paco Peña impuso su criterio, se mantuvo siempre al lado del entrenador y el tiempo ha acabado dándole la razón.

Desde este fatídico partido en La Nucía, el equipo blanquiazul ha reaccionado a lo campeón con seis victorias consecutivas, acompañadas del desplome del Badalona Futur tras la inesperada salida de su entrenador Ferrán Costa rumbo al Andorra de Segunda División. La combinación de ambas rachas ha llevado al conjunto alicantino a lo más alto en un esprint final de Liga para enmarcar que ha desatado la «herculesmanía» en Alicante.

El ascenso del Hércules de Torrecilla premia un proyecto basado en el hambre de jugadores jóvenes cuyos mejores partidos están por llegar. Tanto el técnico extremeño como Paco Peña tenían claro que la agresividad y la ambición debían ser las principales señas de identidad del vestuario y son las que han llevado al equipo a dar el salto de categoría sin la necesidad de disputar la promoción.

El Hércules, que ha acabado la temporada con Marcos Mendes como máximo goleador, cierra con este ascenso un curso marcado por la ilusión, ya que se alcanzaron los 9.000 abonados al calor de los buenos resultados. Son muchos los seguidores jóvenes que han cogido el testigo familiar y hoy por fin tienen algo que celebrar. El ascenso a Primera RFEF es una bocanada de oxígeno tras unos años negros, repletos de sinsabores y con la afición en pie de guerra. Pero ha quedado claro que el sentimiento herculano de Alicante es innegable y si el equipo da la talla en el césped, desde la grada siempre se está a la altura.