El local de Alicante donde volver a disfrutar de comer hamburguesas con las manos

Volver a disfrutar de las hamburguesas con las manos. Esta es la premisa que persigue Ángel García con su renovado proyecto American Humo y Fuego. Una apuesta que deja atrás la sombra de Templo para instalarse con identidad propia en plena calle Pirula Arderius. La idea surgió en plena pandemia como una forma de continuar ese amor por la buena carne que mueve a Ángel, y luego encontró continuidad en el comedor trasero de El Templo, con solo seis mesas y un lleno tras otro.

Las hamburguesas están totalmente de moda. Un éxito tan rotundo que hoy se pueden encontrar con ingredientes como turrón, envueltas en queso o bañadas en salsas que dejan casi irreconocible al primo americano de los bocadillos. Pero Humo y Fuego va justo en la dirección contraria: es el espacio para volver a disfrutar del placer sencillo de comerse una Cheeseburger —o cualquiera de sus opciones— donde la carne es lo más importante.

Porque para Ángel, esta es la prioridad: que las hamburguesas sepan a hamburguesa. Y es precisamente en la selección de la materia prima donde pone todo su empeño. Todas sus elaboraciones se hacen con vaca rubia gallega de alimentación natural, picada a diario y preparada al momento en la cocina del local. Ese cuidado y cariño por la carne se nota en cada bocado.

Un esfuerzo que tiene su recompensa. No en vano, este local en pleno corazón del centro tradicional de Alicante cuenta con una de las 100 mejores hamburguesas de España. «Nuestra filosofía es sencilla: producto de buena calidad, elaborado de la mejor manera posible, y tres o cuatro ingredientes por hamburguesa, sin demasiadas florituras», explica el restaurador.

Sin embargo, esa receta también deja espacio para la creatividad, en su justa medida. En la carta se pueden encontrar propuestas clásicas, pero también otras más originales, como la Guanciale Glow, una hamburguesa con cebolla caramelizada con Coca-Cola y el sabroso bacon italiano.

Aunque muchos llegan a American Humo y Fuego por sus propuestas más tradicionales, Ángel no duda en explorar la innovación. Eso sí, sin abandonar nunca su premisa básica: hamburguesas que se pueden comer con las manos. «Creo que no hay nada más vanguardista hoy en día que hacer hamburguesas sencillas. Si perdemos el sabor a carne, perdemos la esencia», afirma.

El verdadero protagonista de la carta es, sin duda, la carne, ya sea en forma de hamburguesa o en platos ahumados. Porque un restaurante de inspiración americana no podía dejar de lado la cultura de la barbacoa. Entre los imprescindibles, destacan las costillas de ternera o de cerdo, que adquieren el sabor especial de la madera. Aquí se cocinan con mimo para que la carne se deshaga en la boca en una auténtica explosión de sabor. Una técnica, la del ahumado, que también se aplica a algunas de las hamburguesas.

La carta no es extensa, pero está bien pensada. Entre los entrantes destacan el chili con carne, las croquetas de carrillera a la brasa y los tequeños de cheddar ahumado. Platos ideales para abrir boca antes de centrarse en el plato fuerte: carnes y hamburguesas que invitan a volver a disfrutar comiendo con las manos. Las guarniciones —patatas fritas, ensalada de col americana o mazorca de maíz— completan la experiencia.

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