Alba Esteve, la joven chef que abandera la 'Terreta' en el Madrid Fusión

Tan solo un año después, Alba ha conseguido ser una de los ocho finalistas al Gran Premio Balfegó. Un prestigioso galardón que otorgará la organización del Madrid Fusión el próximo 25 de enero en el recinto ferial de la capital al joven más prometedor del panorama gastronómico nacional.

«Una cocina mediterránea que mantiene los sabores de siempre pero al mismo tiempo es diferente a los tradicionales». Así son los platos de la joven alicantina, que mezclan la cocina italiana con la ibérica y en los que «el cariño y la estética» no faltan.

«Todas las horas, todos los días que uno dedica porque en realidad si lo haces con amor y pasión dedicas cuerpo y alma a hacer este trabajo y es muy gratificante poder optar a un premio como este y estoy muy contenta», afirma Alba Esteve, quien asegura que «cualquier reconocimiento y sobre todo este, que es muy importante, paga un poco todo el sacrificio que lleva este trabajo».

A pesar de ser nominada a mejor joven revelación, Alba Esteve es ya toda una veterana en las cocinas. Su pasión por el mundillo de los fogones empezó desde que era bien pequeña. «Mi premio por sacar buenas notas era elegir al restaurante que quería ir y era muy feliz», cuenta la alicantina.

Sus compañeros la miraban sorprendida cuando la recurrente pregunta «¿qué quieres ser de mayor?» saltaba a debate en la clase. «Siempre he contestado que quería ser cocinera», asevera la alicantina. No era una profesión común entre los más pequeños. Mientras que unos soñaban con ser policías, bomberos o astronautas, Alba tenía clara su pasión, que acabaría por ser además su profesión.

Con un pequeño delantal rosa que le tejió una de sus abuelas, empezó pronto cocinando. «Los fines de semana siempre íbamos a comer a casa de mi abuela; yo me quedaba a dormir para ir pronto con ella al mercado, a hacer la compra; nos pasábamos toda la mañana amasando y cocinando», relata la chef sobre como se fraguó ese espíritu de la cocina.

A los 15 emprendió su camino, yéndose a la vecina localidad de Cheste, en Valencia. «A partir de ahí empecé a trabajar los fines de semana, también durante la temporada de verano, mientras no estudiaba», explica Alba Esteve. Durante estos años llegaron grandes experiencias de la mano de Paco Torreblanca y en el restaurante El Celler de Can Roca, con tres estrellas Michelin.

Su carrera se acabó por consagrar en Italia. En Roma paso más de una década, donde comenzó como aprendiz y acabó siendo maestra de las carbonaras. En 2018 fue nombrada mejor cocinera joven en la Guía República.

Aunque durante sus años en la capital italiana Alba echó de menos, como buena alicantina, los arroces de la terreta. Ahora, lejos de Roma añora «los puestos de pizza callejeros, donde pedías una porción y merendabas dando un paseo». «Lo que te falta es lo que más echas de menos», asegura irónicamente.

Ahora, a la alicantina solo le queda esperar unos meses para saber si el galardón colgará de las paredes del restaurante Alba. Serán los profesionales de la prensa y aficionados al sector culinario los que decidan si se lleve el premio a casa o, en este caso, a su segundo hogar, donde sirve de comer a centenas de personas con platos cercanos y elegantes que juntan innovación con memoria de la cocina mediterránea.