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El Elche continúa desangrándose en el mercado estival y el próximo que tiene todas las papeletas para salir es el lateral argentino Lautaro Blanco. El zaguero no quiere jugar en Segunda, tiene destinos más atractivos y el técnico Sebastián Beccacece no le ha dado minutos en los dos últimos partidos porque le ve con la cabeza en otro sitio.
El problema que tiene el dueño Christian Bragarnik es que se pagó dos millones de euros a Rosario Central por su traspaso y ahora no hay ningún club que se aproxime a estas cantidades por mucho que se trate de uno de los laterales con más proyección de Argentina.
Blanco, de 24 años, entiende que jugar en la categoría de plata de España supondría dar un paso atrás en su carrera y quiere que el Elche le abra la puerta de salida como ya sucedió con otros compañeros de vestuario con cartel como Lucas Boyé, Ezequiel Ponce, Pere Milla u Omar Mascarell.
El club franjiverde afronta 48 horas frenéticas antes de que se cierre el mercado (el viernes a las 23:59 horas) y el principal objetivo es firmar a dos delanteros y a un extremo. El nombre que está en boca de todos es el de Sergio León, quien negocia la rescisión de su contrato con el Valladolid.
León, de 34 años, firmó la mejor temporada de su carrera (15-16) en el Elche. Aquel curso anotó 23 goles y su explosión le abrió de par en par las puertas de Primera División. Desde entonces ha jugado en la élite con el Osasuna, Levante y Valladolid.
La oferta del Elche es la que más seduce al punta cordobés, quien la pasada temporada jugó 14 partidos en Primera, en los que anotó seis goles, si bien no pudo evitar el descenso con el Valladolid.
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La Voz de Cádiz
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