El desafío de la artrosis de rodilla: Prevención y tratamiento
Este deterioro progresivo del cartílago afecta al 80% de la población mayor de 65 años, limita actividades físicas pero se puede prevenir con hábitos de vida saludables
SUPLEMENTOS
Lunes, 24 de julio 2023
La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa y crónica de que aparece cuando se pierde o deteriora el cartílago articular, y que afecta a una gran cantidad de personas en todo el mundo. Se estima que en España la artrosis afecta al 80% de la población mayor de 65 años y al 30% de la población mayor de 40 años.
Los pacientes que sufren de esta enfermedad experimentan limitaciones en ciertas actividades de su vida diaria, tales como realizar ejercicio, caminar o subir escaleras. Además, el dolor y la fatiga pueden interferir en la calidad del sueño y el bienestar general. La artrosis de rodilla también influye en la capacidad para trabajar y participar en actividades sociales y de ocio. En los casos más graves, afecta al equilibrio y estabilidad, por lo que aumenta el riesgo de sufrir caídas.
La rodilla está formada por diferentes estructuras, incluidos el fémur, la tibia, la rótula y los ligamentos y musculatura que los conectan. Con el tiempo y el desgaste, el cartílago que protege estas estructuras puede sufrir daños, lo que conduce al desarrollo de la artrosis de rodilla.
La artrosis de rodilla se caracteriza por el deterioro progresivo del cartílago articular, lo que provoca dolor, rigidez, inflamación y dificultad para mover la articulación afectada. Estos síntomas pueden limitar de manera importante la capacidad de una persona para llevar a cabo actividades diarias como caminar, subir escaleras o incluso levantarse de una silla.
El jefe de Área de Traumatología y Ortopedia del Hospital IMED Levante, el doctor Ferragut, subraya la importancia de comprender que la artrosis de rodilla no es simplemente una consecuencia natural del envejecimiento, sino que existen diversos factores de riesgo que pueden contribuir a su desarrollo.
Entre estos factores están la obesidad, ya que un sobrepeso del 20% multiplica por diez el riesgo de sufrir artrosis de rodilla, los deportes de impacto, como el fútbol, rugby, básquet, tenis y vóley; cargar habitualmente con grandes pesos o la menopausia, ya que los estrógenos protegen el cartílago. También contribuye a la aparición de la artrosis de rodilla la predisposición genética y las cirugías o traumatismos en la zona o en la misma articulación.
Tratamiento multidisciplinar
El tratamiento de la artrosis de rodilla se basa en un enfoque multidisciplinar que busca aliviar el dolor y mejorar la función de la articulación. En las etapas iniciales, se suelen recomendar cambios en el estilo de vida como perder peso, mantener una actividad física regular y realizar ejercicios de fortalecimiento muscular específicos. Además, pueden utilizarse medicamentos antiinflamatorios y analgésicos para controlar los síntomas.
En casos más avanzados, cuando el dolor y la discapacidad limitan significativamente la calidad de vida del paciente, pueden requerir otras opciones de tratamiento que incluyen la terapia física, los dispositivos ortopédicos, la infiltración de corticosteroides, la viscosuplementación, es decir, inyecciones de ácido hialurónico y, en casos extremos, la cirugía de reemplazo total de rodilla.
Medidas preventivas
La concienciación sobre esta enfermedad y la adopción de medidas preventivas, como mantener un peso saludable y realizar ejercicio adecuado, son fundamentales para reducir su incidencia. El doctor Ferragut, de IMED Levante, destaca que la artrosis de rodilla no se debe entender como un destino inevitable para los adultos mayores, sino como un desafío que puede abordarse con un enfoque integral de tratamiento y cuidado. Con el diagnóstico temprano, el manejo adecuado de los factores de riesgo y la implementación de estrategias de tratamiento adecuado, es posible mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren de esta enfermedad y permitirles mantener su movilidad y funcionalidad más tiempo.
«Un diagnóstico precoz y la realización de la técnica adecuada a cada paciente de forma personalizada por profesionales con experiencia en este tipo de tratamiento resultan fundamentales para conseguir los resultados más óptimos», concluye el doctor Ferragut.